Internacional

Alawi anuncia una aministía, que excluye a los delitos de sangre

Irak advierte a EEUU de que matar milicianos no es modo "civilizado" de reconstruir el país

Londres

Mientras en Nayaf continúan, por tercer día consecutivo, los enfrentamientos entre las milicias de Al Sáder y el ejército norteamericano, el gobierno interino del primer ministro Iyad Allawy, declaró hoy una amnistía que excluye a los condenados por delitos de sangre, y cerró por un mes la oficina en Bagdad del canal de televisión Al Yazira por incitar a la violencia. El vicepresidente iraquí ha criticado a los EEUU por el modo "poco civilizado" para reconstruir el país que supone el asesinato de chiíes.

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La amnistía declarada hoy por el presidente Allawy, no alcanza a los iraquíes convictos del asesinato de conciudadanos, violación, atentados terroristas, y a aquellos insurgentes envueltos en la muerte de miembros de los cuerpos de seguridad o de militares de la coalición encabezada por EEUU.

Allawy confía que medida de gracia que alcanza a los delitos menores como posesión de armas, y cometidos a partir del 1 de mayo de 2003, contribuya a aminorar los ataques de los insurgentes.

También el presidente iraquí anunció que era innecesario declarar el estado de emergencia para sofocar la insurrección chií en Nayaf, y volvió a invitar al clérigo rebelde Muqtada al Sadr a participar en las elecciones generales previstas para enero de 2005.

ATAQUES EN NAYAF NO SON "UN MODO CIVILIZADO"

Sobre esta nueva insurreción chií en Nayaf, el vicepresidente iraquí, Ibrahim Al Jafari, ha lanzado una dura crítica contra Estados Unidos al decir que la matanza de 300 milicianos bajo las bombas de la aviación estadounidense no es "un método civilizado" de reconstruir el país, que en cambio, se debe basar "en la protección de la población y en la promoción del diálogo, no en el poder de las balas".

El vicepresidente del Gobierno iraquí se encuentra actualmente en Londres en visita oficial y ha aprovechado su estancia en ese país para asegurar a la BBC que su "reacción" al anuncio del Ejército estadounidense de que había eliminado a 300 milicianos era "negativa".

Por otra parte, el gobernador de la provincia de Nayaf lanzó un ultimátum de 24 horas a las milicias de Al Sáder para que abandonen la localidad si no quieren arriesgarse a morir. El vicepresidente criticó esta medida porque, consideró, "este tipo de decisiones deberían adoptarse (...) en Bagdad".

Al Jafari matizó que, por estar fuera del país, no podía confirmar si Washington había pedido permiso al Gobierno interino iraquí antes de intervenir en Nayaf. "Puede que sea el caso, pero puede que no lo sea", indicó y añadió no estar "al corriente de un acuerdo" en este sentido.