Tercera medalla para Conchita Martínez
Pocos deportistas españoles pueden presumir de tener tres medallas olímpicas en sus vitrinas y desde hoy una de ellas es Conchita Martínez, que hoy se clasificó para la final de los Juegos de Atenas en el cuadro de dobles junto con Virginia Ruano.
La española deberá esperar a mañana para conocer el color de su tercera presea, pero ya sabe que no volverá a su Monzón natal con las manos vacías.
Son segundas favoritas y si mañana ganan al doble chino Ting Li y Tian-Tian Sun sumarán el primer oro olímpico del tenis español.
onchita añadirá su tercera medalla a las dos que ganó junto con Arantxa Sánchez Vicario, la plata en Barcelona'92 y el bronce en Atlanta'2000.
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Sólo dos deportistas españoles han sumado tres medallas. Uno es el piragûista Herminio Menéndez, ganador de una plata en Montreal'76 y de una plata y un bronce en Moscú'80.
La otra es Arantxa, la deportista española con más preseas olímpicas, ya que a las dos que ganó con Conchita suma otras dos en individuales, bronce en Barcelona'92 y plata en Atlanta'96.
A sus 32 años y cuando muchos la habían enterrado para el tenis, Conchita volvió a resurgir para colgarse del cuello una medalla de la mano de una de las más reputadas especialistas en el tenis de dobles, la madrileña Virginia Ruano.
Juntas vencieron en semifinales al doble japonés formado por las japonesas Shinobu Asagoe y Ai Sugiyama (6-3, 6-1) y se aseguraron una medalla, la tercera de España en Atenas.
Conchita no se refiere nunca a su retirada, aunque sabe que ya no es una jovencita en un circuito abierto cada día a tenistas de menos edad, en el que la española pasa ser por una de las veteranas.
Ahora ha ampliado su ya importante palmarés, que se abrió en 1988
en el torneo de Sofía, al que han seguido desde entonces 32 títulos individuales y 11 en dobles, el último esta temporada en Dubai junto con la eslovaca Janette Husarova.
Pero en su vitrina reluce como un tesoro el trofeo ganado en Wimbledon en 1994, el único del Grand Slam que tiene la aragonesa y que ganó en la final a la mítica Martina Navratilova.
Su triunfo de Londres es un oasis en un panorama cargado de buenos resultados pero al que le faltan títulos, lo que ha hecho que Conchita se gane fama de segundona.
Lo cierto es que la española ha estado siempre presente en las grandes competiciones, que ha ocupado puestos altos en la clasificación mundial durante años, pero que no ha ganado muchas finales.
Esa circunstancia le situó a la sombra de su coetánea Arantxa Sánchez Vicario, una tenista dotada de menos calidad en su tenis pero dueña de una mayor determinación y fe en sus opciones, que le han llevado a ganar más finales.
Conchita ha sumado muchas victorias en los torneos del Grand Slam, pero su raqueta se encogió cuando llegaban los momentos de la verdad.
En 1995 cayó en las semifinales de los cuatro Grand Slam y en Roland Garros, su favorito, llegó a la final en 2000 y entre 1989 y 1996 alcanzó al menos los cuartos de final
