Bush reconoce "errores de cálculo" en las consecuencias de la guerra
No tenía previsto el grado de oposición de los insurgentes en Irak
El presidente de Estados Unidos y candidato republicano a la reelección en las presidenciales del 2 de noviembre, George W. Bush, ha reconocido por primera vez "errores de cálculo" sobre las condiciones de la posguerra en Irak.
Según informa la edición digital de "The New York Times", que adelanta el contenido de una entrevista que publica su edición de hoy, Bush reitera que su estrategia ha sido "suficientemente flexible" para tener en cuenta la situación.
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Según el mandatario estadounidense, tras "la rápida victoria" sobre las tropas del depuesto presidente iraquí Sadam Husein, sus combatientes desaparecieron y posteriormente montaron la insurgencia que durante 17 meses se ha opuesto a los planes norteamericanos en Irak.
Bush reconoce que ni él ni sus asesores habían previsto un desmoronamiento militar del régimen de Sadam Husein tan rápido y que posteriormente posibilitase el actual grado de oposición armada a la presencia estadounidense en el país ocupado.
Entre las muestras de adaptación de su política a las circunstancias, el presidente estadounidense cita el caso de Nayaf, donde explicó "estamos ajustando nuestras condiciones", en alusión al acuerdo propiciado por el ayatolá Alí al Sistani para que los dos bandos enfrentados -la milicia del clérigo radical Múqtada al Sáder y los marines norteamericanos-, abandonen la ciudad.
El diario indica que el gobernante y candidato a la reelección -su partido inicia el lunes en Nueva York la convención que le proclamará formalmente el candidato frente al demócrata John Jerry- desestimó abundar en los errores cometidos durante la invasión de Irak, algo que, sugirió, deben juzgar los historiadores.