Internacional

El rehén japonés aparece decapitado envuelto en una bandera de EEUU

El cadáver fue abandonado detrás de un hospital del centro de Bagdad

El cuerpo decapitado del rehén japonés Shosei Koda fue abandonado ayer en el centro de Bagdad envuelto en la bandera de Estados Unidos, informó hoy la agencia de noticias Kyodo. La policía iraquí encontró el cuerpo de Koda, de 24 años, con las manos atadas, vestido con una camiseta y unos pantalones vaqueros, cubierto por la enseña de las barras y estrellas y con la cabeza colocada sobre la espalda.

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La agencia Kyodo, que cita en todo momento fuentes de la policía iraquí, señala que el cadáver fue hallado hacia las 21:00 del sábado hora local (16:00 GMT) en la parte de atrás de un hospital, cerca de la calle Haifa, un lugar considerado como un feudo de los grupos insurgentes iraquíes. El joven turista japonés fue identificado gracias a sus huellas digitales.

"No deberían existir razones para que este muchacho haya sido asesinado de esta manera", afirmó a Kyodo el agente que halló el cadáver. Los responsables de la decapitación no han emitido ningún comunicado.

Según el vídeo difundido por los captores, en el que éstos amenazaban con decapitar al rehén si Japón no retiraba sus tropas de Irak, se trata de un grupo cercano al jordano Abu Musab al Zarqawi, vinculado con Al Qaeda y considerado como uno de los principales responsables de la ola de violencia en la posguerra iraquí.

TURISTA DE MOCHILA

Según sus familiares, Shosei Koda era simplemente un "turista de mochila", o trotamundos, que había abandonado el hogar a principios del año con destino a Nueva Zelanda. El pasado domingo se supo por última vez de él cuando trataba de buscar un hotel en Bagdad, tras intentar infructuosamente salir en autobús del país en dirección a Jordania.

La familia del rehén japonés decapitado en Irak se halla fuertemente conmocionada después de recibir la noticia, informaron hoy las autoridades de la localidad de Nogata, en la sureña región de Fukuoka.

La familia de Shosei Koda ha vivido un auténtico calvario desde que el pasado jueves los secuestradores iraquíes difundieran un vídeo con el propio Shosei implorando al primer ministro japonés, Junichiro Koizumi que retirara las tropas de Irak en un plazo de 48 horas, porque de lo contrario sería decapitado. Koizumi se negó inmediatamente a ceder ante los terroristas y el plazo venció el pasado viernes.

 
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