Una estructura de cristal con mensajes solidarios recordará el 11-M
La inauguración está prevista para el primer aniversario de los atentados
Madrid
Una estructura transparente en la que aparecerán muchos de los mensajes solidarios que los ciudadanos escribieron tras los atentados del 11-M recordará a las víctimas del terrorismo frente a la Estación de Atocha. El diseño ganador del concurso de ideas convocado por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid es obra del estudio de arquitectura FAM, integrado por Esaul Acosta, Mario Gil, Raquel Buch, Miguel Ginés y Pedro Colón de Carvajal, y se intentará inaugurar el 11 de marzo de 2005 con motivo del primer aniversario de los atentados.
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La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, presidieron el jurado del concurso internacional de ideas que eligió por unanimidad este anteproyecto de entre cinco finalistas de los 22 preseleccionados de un total de casi 300 diseños presentados a la convocatoria.
Los promotores del concurso negociarán con los ganadores el diseño definitivo del monumento, del que se desconocen incluso sus dimensiones, pero del que sí se ha decidido cambiar, a petición de la Asociación de Víctimas del Terrorismo -miembro del jurado-, la idea inicial de que los nombres de las víctimas protagonizaran el memorial.
En su lugar, serán los mensajes solidarios escritos por los ciudadanos tras los atentados los que se grabarán en esta estructura, una especie de burbuja transparente de forma libre, construida con varios materiales, entre ellos, cristal y metacrilato, iluminada con luz artificial desde el interior y en la que incidirá el sol a lo largo del día aportando diversos matices. Alvarez y Ruiz-Gallardón admitieron la complejidad técnica del diseño, y adelantaron que esto podría impedir la inauguración en la fecha prevista, el primer aniversario de los atentados.
El monumento ocupará el centro de una rotonda situada en la desembocadura de la calle Alfonso XII frente al edificio circular diseñado por Rafael Moneo de la Estación de Atocha, que los ciudadanos, con sus velas, mensajes, flores y juguetes, convirtieron en un santuario desde el mismo día de los atentados.
