Las obras en el metro de Barcelona obligan a desalojar cincuenta edificios de viviendas

El hundimiento parcial de un edificio de dos plantas del barrio del Carmel de Barcelona, que ya estaba desalojado a causa de un desprendimiento causado por las obras del túnel de la línea 5 del metro, obligó hoy a desalojar preventivamente a los vecinos de cincuenta edificios de la zona, unas 850 personas, sin causar heridos.

Según informaron fuentes del Ayuntamiento de Barcelona y de la empresa GISA, que gestiona las obras del metro, el desalojo se efectuó sobre las 9.00 horas de la mañana de forma preventiva en los edificios situados entre las calles Sigüenza, Pasaje Calafell y Conca de Tremp.

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El propio alcalde, Joan Clos, ha explicado que "las medidas de seguridad y precaución son enormes y lo hacemos como medida de prevención". El derrumbe ha provocado un agujero de "entre 25 y 30 metros" de diámetro y de "35 metros de altura", según Clos. La superficie afectada es de 3.000 metros cúbicos.

Corte de luz y electricidad en la zona

El desalojo se produjo después de que se hundiera el suelo de los bajos del edificio número 10 del pasaje Calafell, cuyos doce vecinos ya fueron desalojados el pasado día 26. Este hundimiento ha provocado un escape de gas, lo que ha obligado a cortar el suministro de gas y agua en un perímetro de 100 metros.

El conseller de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, ha señalado que los afectados no podrán volver a sus casas hasta que no quede estabilizado el terreno, cosa que no ocurrirá al menos en los tres próximos días.

Por su parte, los técnicos de la Generalit, Administración responsable de la obra, los estudios geológicos realizados no preveían movimientos de tierra tan importantes en esta zona de Barcelona.