Suiza aprueba la extradición de Achraf por planear el atentado contra la Audiencia
El presunto terrorista era el cabecilla de la célula creada por varios reclusos de la cárcel de Topas
El Gobierno suizo ha aceptado extraditar a España a Mohamed Achraf, acusado de liderar la célula islamista desarticulada el pasado octubre y que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional. El acusado tiene aún 30 días de plazo para recurrir la decisión ante el Tribunal federal, el máximo órgano del sistema judicial helvético.
Achraf se encuentra recluido en una cárcel de Zúrich desde el pasado 28 de agosto por utilizar documentación falsa a nombre de Kamel Saadi, haciéndose pasar por palestino. No es la primera vez que oculta sus datos auténticos.
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Estuvo en Almería en 2002 con el nombre de Mikael Etienne Christian Lefevre y documentación francesa. En otras ocasiones ha utilizado pasaportes marroquíes y argelinos y ha utilizado el nombre de Mustafá Hawari. También ha sido conocido en alguna ocasión como Abdesamad.
Oficialmente consta que Achraf nació en los Emiratos Árabes Unidos el 19 de febrero de 1974, es decir que tiene 30 años. Sin embargo, fuentes de la investigación consideran que es su verdadera nacionalidad es la argelina, como muchos de los integrantes del grupo formado en la cárcel de Topas (Salamanca), donde cumplió condena entre 1999 y 2002.
Uno de los 'mártires' del atentado contra la Audiencia
El auto del juez Baltasar Garzón en el que ordenó la detención el pasado octubre de los componentes de la célula destacaba que Achraf "había dispuesto lo necesario para adquirir 1.000 kilogramos de explosivo (Goma 2), de los que utilizarían, al menos 500 kilogramos en un camión que empotrarían contra la Audiencia Nacional (...) ya que carecía, según las vigilancias hechas por Achraf, de protección adecuada. Con la explosión pretendía acabar con la vida de las personas en el interior (jueces, funcionarios y público en general), y destruir los archivos que afectaban a los 'hermanos muyahidin' además de la trascendencia" de atentar contra "un organismo judicial emblemático".
Achraf tenía decidido ser uno de los mártires en ese atentado, y correría a cargo de la financiación, que aportaría desde Suiza. Éste había llegado a decir que "no importaba el costo, pero que la acción se debía hacer con urgencia", según el auto.