Marín echa de la tribuna de oradores a un diputado por usar el catalán

El presidente del Congreso, Manuel Marín, ordenó esta mañana al portavoz de ERC, Joan Tardá, abandonar la tribuna del hemiciclo tras protagonizar un nuevo incidente por el uso del catalán. El suceso ocurrió al término del discurso de Tardá ante el pleno de la Cámara durante el debate del proyecto de ley que aumenta la pensión de los llamados "niños de la guerra" en el que calificó a Fraga de "corresponsable de asesinatos de estado".

Marín le llamó la atención por no traducir al castellano las primeras palabras de su intervención. El diputado de ERC calificó este reproche como un "hecho lamentable", lo que provocó la reacción del presidente de la Cámara Baja, que le ordenó abandonar la tribuna "inmediatamente".

"El incidente no lo ha protagonizado la Presidencia. Ha sido el portavoz, que conoce perfectamente los criterios y que no los ha respetado", le contestó Marín.

Aplausos unánimes para los "niños" presentes

El pleno del Congreso dio hoy su respaldo unánime al proyecto de ley que garantiza a los "niños de la guerra"

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unos ingresos anuales de 6.090 euros, tras un debate en el que se abogó por recuperar la memoria histórica.

Una representación de aquellos que siendo niños tuvieron que dejar España entre durante la guerra civil recibió desde la tribuna del hemiciclo el aplauso de los diputados, que puestos en pie celebraron los 318 votos a favor de un proyecto que, según manifestó el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, "parte de un impulso moral de justicia histórica".

Fraga, "asesino de estado"

Sin embargo el consenso logrado en este primer paso de la tramitación directa en lectura única del proyecto estuvo empañado por el debate que protagonizaron el portavoz de ERC, Joan Tardá, y el del PP, Jorge Fernández.

Tardá, al mostrar su apoyo a la ley, consideró que llega "tarde e incompleta" y lamentó años de silencio sobre los "horrores del totalitarismo" y la "vergonzosa suplantación de papeles" que ha llevado a "los verdugos y sus descendientes políticos a pretender convertirse en adalides de la democracia y el europeísmo". Motivó la indignación del PP al poner como ejemplo de esa suplantación de papeles al dirigente popular Manuel Fraga, a quien acusó de ser "corresponsable de asesinatos de estado y represiones feroces".

Jorge Fernández exigió que retirara esas acusaciones tras calificar de "lamentable y penosa" la actuación de Tardá, a quien aseguró que "no puede ofender porque su dignidad no se lo permite". Fernández, convencido de que si por ERC fuera todavía viviríamos en guerra civil, acusó a ese partido de "poner los muertos encima de la mesa todos los días" en lugar de dejarlos descansar, y lamentó que siga "hurgando en lo más penoso del pasado colectivo" mientras los niños de la guerra no muestran odio ni resentimiento, sino "mucha dignidad".