Un portavoz de Masjádov dice que su muerte radicalizará a la guerrilla
El cadáver del ex presidente chechén fue hallado ayer a las afueras de Grozni
Un representante del deslegitimado presidente separatista chechén, Aslán Masjadov, muerto ayer en Chechenia, afirmó que ese "asesinato" radicalizará a las guerrillas independentistas y extenderá el conflicto armado por todo el Cáucaso Norte de Rusia.
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Ajmed Zakáyev, representante de Masjádov en Europa asilado en Gran Bretaña, dio crédito a las informaciones del Ejército ruso sobre la muerte de Masjádov en un combate, aunque dijo que no tiene una confirmación oficial por parte de la guerrilla. "Aún no tengo confirmación, estoy esperando enlace con Chechenia, pero, a juzgar por las imágenes divulgadas por la televisión, puedo decir que ese hombre se parece muchísimo a Masjádov", dijo Zakáyev en conversación telefónica desde Londres al diario digital "Grani.ru".
Explicó que su última conversación con Masjádov tuvo lugar el martes, ya después de que éste "fuera cercado" por las tropas rusas en el poblado de Tolstóy-Yurt, donde hoy fue encontrado su cadáver. Según Ramzán Kadírov, viceprimer ministro de la Chechenia rusa, Masjádov murió a causa del "manejo imprudente de las armas" por uno de sus guardaespaldas, mientras el Ejército afirmó que la muerte fue consecuencia de la voladura del búnker en el que se refugiaba.
Zakáyev opinó que la muerte de Masjádov supone una victoria pírrica para Rusia, pues era el único representante legítimo de los separatistas y estaba abierto a un diálogo de paz con Moscú para detener la guerra que azota desde hace una década el Cáucaso ruso. "Creo que el asesinato de Masjádov sólo da a Rusia una 'victoria' propagandística, porque hoy en día por todo el Cáucaso Norte ruso se han formado centros de combate listos para oponer resistencia a las tropas federales", manifestó.
El pasado viernes, Masjádov había declarado que una breve reunión suya con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, permitiría detener la actual segunda guerra chechena, que ya entró en su sexto año. En una entrevista, Masjádov volvió a proponer un diálogo de paz, que el Kremlin rechazaba, y delineó los términos que podrían sentar las bases de esas negociaciones.
Explicó que para iniciar el diálogo bastaba con ponerse de acuerdo sobre los siguientes puntos: "para Chechenia, garantizar la seguridad de su pueblo, y para Rusia, proteger sus intereses regionales y defensivos en el Cáucaso Norte". Preguntado sobre el alcance de su autoridad en Chechenia, Masjádov afirmó que ésta se extendía incluso a otras repúblicas vecinas del Cáucaso Norte, donde ya se han hecho frecuentes los choques armados de grupos rebeldes con las fuerzas de seguridad. "No creo que en territorio chechén haya unidades que desobedezcan mis ordenes, y creo que tampoco las hay en Ingusetia, Daguestán, Kabardino-Balkaria ni Karachayevo-Circasia", había aseverado.
Al mismo tiempo, advirtió de que si las autoridades rusas volvían a desoír su llamamiento al diálogo "los muyahidín (combatientes islámicos) chechenes lucharían hasta el final, y esta guerra incendiaría todo el Cáucaso Norte".