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Berlusconi rechaza que peligre la "italianidad" de los bancos tras la OPA del BBVA sobre BNL

El sector financiero italiano se mueve en torno aa la entidad italiana para contraatacar a la española

Roma

El terremoto financiero que ha causado la OPA del BBVA sobre la Banca Nazionale del Lavoro vive hoy nuevas réplicas, esta vez en el terreno político. Mientras el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, calmaba los ánimos al señalar que no está en peligro la "italianidad" de los bancos, su ministro de Trabajo, Roberto Maroni, era más directo al afirmar que el interés del BBVA por BNL y del holandés ABN Amro por la Banca Antonveneta son "un intento de agresión sobre el sistema crediticio italiano".

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"No se trata de operaciones en nombre de los principios de la Unión Europea, sino de una tutela de los intereses privados de algunos grandes grupos", ha subrayado el minsitro, quien considera que "es necesario proteger el sistema crediticio nacional". Maroni ha añadido que los bancos europeos "ya están presentes en Italia", pero que no existe reciprocidad porque en muchos sectores "las empresas italianas no logran entrar en los mercados europeos".

Estas declaraciones responden a las advertencias de la Comisión Europeoa a Roma conbtra un supuesto bloqueo de la OPA española. Buena parte del sector bancario del país transalpino mira hacia el Banco Central de Italia, que sabe que no podrá impedir por la vía normativa la operación, tras el aviso de Bruselas, y que trata ahora de hacerlo por la vía empresarial, promoviendo una contraoferta que anule la de la entidad española.

El denominado "contra-pacto" de accionistas de la BNL, contrario a la OPA anunciada por el BBVA, trata de articular una estrategia para responder a esa oferta, en contacto con el Banco de Italia, que estudia la documentación preliminar presentada por la entidad española. Morgan Stanley ha dado su opinión sobre este "contra-pacto", e indica que una contraoferta italiana sería "costosa y difícilmente justificable a los ojos de los accionistas".

El grupo de socios liderado por el empresario Francesco Gaetano Caltagirone, que desde hace meses intenta arrebatar la gestión de la BNL al BBVA -socio mayoritario, con el 14,7%-, debe afrontar, en medio de numerosas especulaciones, el nuevo panorama que se ha dibujado a raíz de la eventual OPA.

El 51%, un objetivo muy difícil

Una de las alternativas que tiene ahora esta alianza es la de cerrar filas y negarse en bloque a adherirse a la oferta del BBVA, pero para que esta estrategia tenga éxito deben lograr que sea secundada por al menos el 51% del capital. Según el diario económico Il Sole 24 Ore, al "contra-pacto", que posee cerca del 24% del capital, están dispuestos a unirse contra los españoles el grupo Unipol, con una cuota del 2%; el Monte Paschi de Siena, con el 4,4%; y la Banca Popolare di Vicenza, con el 3,5%.

El mismo periódico señala que el grupo tendría "un as en la manga": el posible apoyo de la aseguradora Generali, actualmente aliada del BBVA, con el que firmó un pacto de gestión -al que también pertenece el empresario local Diego Della Valle- que les permite la gestión conjunta de la BNL. El respaldo de los actuales aliados del BBVA daría al "contra-pacto" una cuota de cerca del 47% del capital, que, según el rotativo, podría ascender al 51% con el respaldo de accionistas minoritarios como el argentino Franco Macri o el empresario local Emilio Gnutti.

Una vez logrados los apoyos suficientes para evitar el éxito de la OPA del banco español, los accionistas italianos aliados establecerían un nuevo pacto de gestión, según la hipótesis que baraja Il Sole 24 Ore.

Posibilidad remota

Esta posibilidad, no obstante, la consideran lejana otros medios italianos, que apuntan a que el núcleo que se opone al BBVA no tiene perspectivas de encontrar el respaldo necesario para hacer fracasar la oferta. La entidad española depositó la semana pasada la documentación preliminar a la OPA en el Banco de Italia, que durante esta semana debe pronunciarse sobre la existencia de posibles obstáculos a la misma.

Al mismo tiempo, el instituto supervisor -que tradicionalmente se ha opuesto a la entrada mayoritaria de capital extranjero en los bancos italianos- ha estrechado los contactos con las entidades locales presentes en el accionariado de la BNL para evaluar las posibilidades de que se quede en manos locales.

No obstante, la entidad tiene muy presente la advertencia lanzada por Bruselas, que el pasado febrero ya advirtió al Banco de Italia de que obstaculizar la entrada a capital extranjero en los bancos viola la normativa comunitaria y que ayer lunes indicó que vigila "de cerca" lo relativo a la OPA.

 
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