Sociedad

Valencia, Murcia, Canarias y la mitad de Andalucía corren alto riesgo de convertirse en desiertos

El Ministerio de Medio Ambiente anuncia un plan de 82 millones de euros para atajar el problema

La Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias se encuentran en una situación de riesgo alto o muy alto de que la desertización afecte al 100% de su territorio; la amenaza se extiende también al 50% del suelo de Andalucía, según datos del Ministerio de Medio Ambiente publicados hoy durante la presentación de la primera campaña informativa para intentar paliar los efectos de la peor sequía de los últimos 60 años.

En el extremo opuesto se sitúan Asturias, Galicia (en las que ese riesgo es nulo), Cantabria (tan sólo se describe un riesgo bajo para el 0,28% de su territorio) y el País Vasco (el 6,69% del suelo corre un riesgo medio).

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Para mitigar esa situación y tratar de paliar los efectos de la desertización el Gobierno invertirá en los próximos cuatro años, en colaboración con trece comunidades, 82,5 millones de euros. Además, el Ministerio emprenderá tratamientos adecuados a la cubierta vegetal protectora para garantizar su función, su estabilidad y su resistencia.

Estos datos se han dado a conocer hoy durante la presentación de la primera campaña informativa puesta en marcha por el ministerio que dirige Cristina Narbona, bajo el lema "Pon tu gota de agua. Gota a Gota se hace el río". Una acción similar, desarrollada en la década de los 90, consiguió que los madrileños redujeran su consumo de agua hasta un 20 por ciento.

"Ese es el objetivo mínimo. Hay que aspirar a conseguir un mayor ahorro en nuestra vida diaria, porque cada gota que ahorremos será una gota más para el conjunto de todos los ciudadanos", ha señalado Narbona.

Factores de la desertización

La desertización y la degradación del medio que conlleva ese proceso en España es consecuencia de factores tanto climáticos como humanos, y para mitigarlo el Gobierno planea actuaciones como la implantación de cubierta vegetal protectora y fijadora de suelos, que tolere las condiciones de aridez extrema, la escasez de agua y las tensiones derivadas del cambio climático.

La Dirección General para la Biodiversidad está trabajando además en la realización de un inventario de erosión de suelos, la creación de una red de estaciones de seguimiento y evaluación de la erosión y prepara un programa contra la desertización.

Cristina Narbona: "Cada gota que ahorremos será una gota más para todos"