Bellas y largas carreras en el cuarto encierro de San Fermín

A las ocho en punto de la mañana dio comienzo el encierro con los seis astados de Miura encabezados por un cabestro en el inicio de la cuesta de Santo Domingo. Pronto un toro negro tomó la cabeza de la manada y miró peligrosamente al lado izquierdo de la cuesta. Después, embistió a su derecha contra un mozo, acto seguido cayó al suelo y quedó descolgado del resto de sus cinco hermanos durante el resto de la carrera, hasta su llegada a la plaza.

Así, cinco toros lideraron sin cabestros el encierro a partir de la plaza del Ayuntamiento sin apenas cabecear a los mozos y permitiendo bellas y largas carreras para los corredores, especialmente en la calle Estafeta, pese a la multitudinaria asistencia.

Las cinco reses llegaron rápidamente a la plaza de toros encabezados por un toro negro desde la zona de Telefónica y entraron al corral de la plaza sin crear peligro.

No obstante, el sexto toro, descolgado del resto de sus hermanos, protagonizó en solitario por la calle Estafeta las carreras más emocionantes para los mozos cabeceando a ambos lados. A su llegada a la plaza, en lugar de entrar en los corrales, comenzó a dar la vuelta al ruedo y tuvo que ser reconducido por los dobladores hasta los chiqueros.

Tras el cuarto encierro, cuatro corredores fueron atendidos en los servicios de urgencias de los centros hospitalarios públicos de Pamplona, que recibieron el alta en la misma mañana. Al Hospital de Navarra fueron trasladados dos corredores desde el tramo de Mercaderes.