Un informe determina que el ex director del programa de la ONU para Irak aceptó sobornos
La Comisión independiente que investiga si hubo corrupción en el programa humanitario de la ONU para Irak ha llegado a la conclusión de que su ex director Benon Sevan aceptó sobornos, según informó el jueves su abogado, que insistió en su inocencia.
La divulgación del último informe de la Comisión está prevista el martes 9 de agosto, pero los abogados de Sevan se han adelantado a sus conclusiones con una declaración escrita en la que consideran las acusaciones "sin fundamento".
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El abogado, Eric Lewis, señaló el jueves que el panel de expertos, que lidera el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, dirá que Sevan, un diplomático chipriota que dirigió el programa Petróleo por alimentos, recibió dinero de African Middle East Petroleum (AMEP), una de las empresas que compró petróleo en virtud de este plan humanitario. Según el abogado, las acusaciones del comité contra su cliente son "categóricamente falsas" y carentes de pruebas.
El letrado sostiene que Sevan ha sido desde el principio "un chivo expiatorio" del Comité, y víctima de un intento de evitar las críticas a la ONU y de desviar la atención de la conducta de otros "objetivos más poderosos políticamente". Agrega que el informe que divulgará Volcker acusará a Sevan de no cooperar en la investigación, cuando en realidad se ha entrevistado con el comité en numerosas ocasiones, proporcionando todos los documentos pertinentes del programa y autorizado a los investigadores a obtener información de las instituciones financieras con las que ha tenido relación, entre otras acciones.
Venta de petróleo
La investigación intenta determinar si hubo corruptelas en la gestión del programa que entre 1996 y 2003 movió 64.000 millones de dólares y por el que Irak, a quien la ONU había impuesto un embargo a raíz de su ocupación de Kuwait, podía vender petróleo para comprar bienes de primera necesidad para la población.
Las operaciones estaban bajo el control de un comité de sanciones de la ONU, que integraban los mismos miembros del Consejo de Seguridad, pero habría dado lugar a sobornos y facilitado al régimen de Sadam Husein millones de dólares.