Italia expulsa a 700 personas por riesgo de atentados islámicos
El Gobierno de Berlusconi refuerza los controles en lugares frecuentados por árabes
El Gobierno italiano ha informado hoy de que persiste un alto riesgo de que se produzca un atentado de tipo integrista en el país. Así lo ha confirmado hoy el Comité Nacional para la Seguridad, presidido por el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu. En paralelo, el Ejecutivo de Silvio Berlusconi ha abierto un procedimiento de expulsión de 701 personas de religión islámica amparándose en que se encuentran en situación ilegal.
Más información
- La Policía teme un atentado con camiones cisterna en Londres
- Nueva llegada masiva de inmigrantes a la isla italiana de Lampedusa
- Pakistán expulsará a los extranjeros que asisten a escuelas islámicas
- Blair impedirá que los jueces bloqueen las deportaciones
- Un informe vincula los atentados del 7-J a la guerra de Irak
A la reunión del comité de seguridad han asistido altos cargos de Interior y los jefes de los diferentes cuerpos policiales y de los servicios secretos civil y militar. En un comunicado, se insiste en que aún existe la posiblidad de que se produzca un atentado terrorista en suelo italiano, en especial tras los que tuvieron lugar a principios de verano en Sharm el Sheik (Egipto) y Londres.
La amenaza es de "matriz islámica", según el organismo, que ha repasado las medidas de prevención aprobadas a finales de julio por el Parlamento y elaboradas por el Ministerio del Interior, que suponen un reforzamiento de los controles, con especial atención a lugares frecuentados por inmigrantes islámicos, como locutorios telefónicos, centros de comida árabe u oficinas de envío de dinero al extranjero.
Expulsiones
Policías, carabineros y agentes de la Guardia de Finanzas han llevado a cabo en pocos días 32.703 identificaciones, con el resultado 141 detenciones y la apertura de procedimientos de expulsión del país a 701 personas. Los afectados no están vinculados necesariamente a redes terroristas, han explicado las autoridades, sino que en su mayoría carecen de documentación para residir en Italia o han exhibido un pasaporte falso, lo que puede ser castigado con una pena de hasta cuatro años de cárcel.
También se ha puesto a disposición de la Justicia a gestores de algunos de los negocios investigados que han cometido irregularidades.
Coincidiendo con las vacaciones de la mayoría de italianos, Interior ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad en todo el país para proteger objetivos sensibles a un atentado.