La cumbre de la ONU concluye con resultados modestos y numerosas discrepancias
El texto final se ha aprobado con fuertes reservas por parte de Cuba y Venezuela
Nueva York
La cumbre del 60 aniversario de la ONU en Nueva York ha concluido con la adopción de un documento final con resultados mínimos. La falta de consenso ha dejado fuera temas como la reforma del Consejo de Seguridad y del Consejo de Derechos Humanos. Si Cuba y Venezuela han criticado los métodos empleados para aprobar el documento, los países emergentes han criticado los escasos progresos realizados en la lucha contra la pobreza.
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El documento, de apenas 40 páginas, ha sido adoptado en presencia del director general de la ONU, Kofi Annan, tras tres días de intensas reuniones entre los 191 países participantes en lo que ha sido la mayor cumbre de la historia. Sin embargo, las divergencias de opiniones han impedido sacar adelante un documento más amplio y ambicioso, como el inicialmente propuesto por Kofi Annan, y han obliado a aplazar problemas importantes como la reforma del Consejo de Seguridad, la política de desarme y no proliferación y detalles organizativos de distintos órganos de la ONU. Aún así, la mayoría de los países consideró que, dada la dificultad de llegar a un acuerdo entre todos los Estados miembros, era "el mejor compromiso posible" que podían alcanzar.
El propio secretario general de la ONU se mostró satisfecho, si bien reconoció que había esperado resultados mejores. "Pienso que es un éxito, es un buen documento, nos puede servir de base para continuar con nuestros esfuerzos", dijo Annan. "Nos habría gustado a todos obtener más, pero es un paso importante".
Fracasos y éxitos
Un buen número de representantes, entre ellos el embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, denunciaron particularmente el fracaso de los países miembros a la hora de llegar a un acuerdo sobre una de las cuestiones consideradas fundamentales en la actualidad: el desarme y la no proliferación, un tema que ha quedado fuera del texto.
En el tema del terrorismo, si hubo consenso para denunciarlo sin reservas, hubo discrepancias a la hora de definirlo, ya que entra en juego la espinosa cuestión del derecho a la autodeterminación, defendido por algunos países y rechazado por otros.
No obstante, el documento también ha supuesto algunos avances. Uno de los aspectos más positivos ha sido el compromiso que han adoptado los líderes mundiales para intervenir y actuar ante genocidios y crímenes de guerra o de lesa humanidad en países terceros. Esta cláusula incluye el uso de la fuerza internacional, en caso de que se agoten las vías diplomáticas, si un Estado se muestra incapaz de proteger a su población de estos crímenes. "Excelencias, ustedes deberán actuar si se produce otra Ruanda", aseveró Kofi Annan.
El texto prevé también la creación de un Consejo de los derechos humanos en sustitución de la actual Comisión, muy desacreditada, aunque ésta es otra de las cuestiones que han sido aplazadas. En cuanto a la necesidad de mejorar las prácticas en la administración de la ONU, el documento no hace más que referencias vagas que no reflejan posiciones firmes a pesar del reciente escándalo de corrupción sobre el programa "petróleo por alimentos" de Naciones Unidas en Irak.
Críticas y discrepancias
La reforma "queda aprobada por consenso", anunció Eliasson, poco después de que el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Ali Rodríguez, levantara la mano y formulara una dura protesta por el procedimiento aplicado para adoptar la resolución. El jefe de la diplomacia venezolana denunció que el borrador de la declaración fue preparado en las tres semanas previas a la cumbre por un grupo de 32 países, que luego quedó reducido a 15, con lo que se negó el derecho al resto de Estados miembros a formular propuestas. Rodríguez consideró esta práctica "antidemocrática" y un "grave precedente" para el organismo, y advirtió de que dicha aprobación traerá "severas consecuencias para la organización".
Chávez aseguró que Kofi Annan había reconocido durante el encuentro que "hubo un error" en el procedimiento de elaboración de la reforma, "porque no se terminó de buscar el consenso y luego se presentó el documento como consensuado". Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, dijo que la cita mundialista ha sido "la del egoísmo, la prepotencia y la mentira". El representante cubano criticó9 el papel de EE UU y las presiones que han propiciado las carencias en el documento final de la reforma de la ONU.
Por otra parte, numerosos dirigentes, liderados por India, Suráfrica y Brasil -los tres países emergentes más comprometidos con la lucha contra la pobreza-, denunciaron el escaso progreso realizao en materia de los Objetivos del Milenio fijados en el año 2000 para reducir a la mitad la pobreza extrema en el mundo de aquí a 2015, entre otras metas.
Tras la cumbre mundial -que congregó a 153 jefes de Estado y presidentes de Gobierno junto a sus delegaciones- la ONU iniciará mañana, sábado, el debate de la sexagésima Asamblea General de la organización, que se prolongará hasta el próximo 27 de este mes.