España gana al Bélgica con dos goles de Fernando Torres (0-2)

España se jugará este miércoles en San Marino sus opciones clasificatorias para el Mundial 2006 (bien como primera de grupo o, lo más lógico, como segunda y, por lo tanto, a la repesca de noviembre), tras una sufrida victoria por 0-2 en Bruselas ante Bélgica.

En una fase brillante y casi aislada, que coincidió con la presencia en el campo a la vez de Torres, Reyes, Villa y Raúl, la Selección liquidó el compromiso y aspira a todo en la última jornada pero siempre desde la desventaja de que Serbia, que recibirá a Bosnia, será primera con ganar. Pero para llegar a esto, España se encontró, por su mediocridad, con un hueso, el belga.

Ríos de sudor para evitar gotas de sangre. Con esa pretendida máxima, la Selección saltó al campo Rey Balduino de Bruselas para ganarse por derecho propio una plaza en el Mundial 2006, ese mismo en el que jugará hasta Togo. De primeras, una mala noticia. El oráculo de Luis falló y Serbia venció 0-2 en Lituania. Ganar o ganar, pues, premisa inicial frente a los belgas.

Pero el principio fue desalentador. Bélgica, que ahora mismo no es nadie en el panorama internacional, superó por ganas (lo que ya es preocupante) a una España sin dirección ni estilo, supeditada al rival. Con defensa adelantada, la española, los belgas lo pusieron todo para romper el fuera de juego. Y cercaron a Casillas, salvador a los 18 minutos de un disparo de Buffel. Antes, Goor y hasta Vanden Borre también trataron de darle el beneficio del gol a quien lo merecía.

De hecho, España tardó 27 minutos en tirar hacia la meta de Proto, un portero que ya miró el Barça este verano. Y fue un disparo de Torres lejano y más alto que el Windsor antes del incendio. La ausencia de un medio del campo capaz lo notó España en la transición, que no existió, hacia el ataque. Así fue imposible. Sólo la lucha de Joaquín, tirado al suelo por Deschacht, no encontró la complicidad de Lubos Michel, el árbitro, para pitar penalti poco antes del descanso.

El arreón final del primer tiempo fue español. Hubo un gol anulado a Albelda por remate absurdo con la mano y, a continuación, disparo del propio valencianista que sacó Proto. Esto, más una posible pena máxima a Raúl (empujado por Hoefkens), dio pábulo a soñar con un segundo tiempo distinto, con una Bélgica asfixiada por el esfuerzo previo.

Reyes, vital

Y se cumplió. En la segunda parte, Luis concedió sus habituales diez minutos al rival sin hacer cambios. Entraron al campo Reyes y Villa (por Vicente y Joaquín). Antes, una falta de Marchena la lanzó Goor por abajo y la paró Casillas. Volvía, pues, el miedo, en un estadio de negro recuerdo para el fútbol en general (Heysel 86) y español en particular (el gol a Reina de Schwarzenbeck en el 74).

Con el nuevo sistema, en el que Raúl retrasó su posición para habilitar a Villa y Torres como pareja atacante, el joven delantero del Atlético tardó segundos en hacerse valer con un gol vital, quizás el más importante de su carrera.

El 'Niño' apareció por fin para marcar en poderoso salto con la derecha tras un pelotazo cruzado y sensacional de Reyes. El éxito español, inesperado por el juego desplegado hasta el momento, se confirmó con el 0-2, en una contra donde Villa abrió a Reyes y este centró a Torres, que se tiró para volver a anotar con la pierna derecha.

Tras la notable ventaja, España se dedicó a defender ante una Bélgica seriamente tocada. Se sabía derrotada y eliminada del Mundial. Y se notó en su juego.

Torres fue cambiado por Baraja, con ovación de los 12.000 españoles que acompañaron a la Selección desde el graderío, y el paso de los minutos certificó que el primer 'match-ball' se salvó. Sólo queda golear a San Marino (0-5 como mínimo), cruzar los dedos por una 'vendetta' bosnia y, si no, aspirar a doblegar a un rival tibio en una repesca dirigida por la FIFA a favor de los grandes. Por lo que se ve seguimos siendo importantes.