El anuncio del toque de queda no logra frenar la ola de violencia en Francia
Cerca de 1.200 coches quemados y 330 detenciones en la duodécima noche consecutiva de disturbios
El anuncio hecho anoche por el primer ministro francés de que desde hoy los prefectos (delegados del Gobierno) podrán imponer el toque de queda para tratar de frenar la violencia no ha surtido de momento efecto. Esta noche más de mil vehículos han ardido, una docena de policías han resultado heridos y han sido detenidas 330 personas, la mitad de ellas menores de edad.
Por duodécimo día consecutivo, la policía francesa ha actualizado las cifras de otra noche de disturbios en la que de nuevo se disparó con armas de perdigones a los policías y se quemaron vehículos, hasta un total de 1.173.
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Los violentos además han arrasado cinco escuelas en Lille (al norte del país) y sus alrededores. Sólo en esta zona han ardido al menos 150 vehículos. En Lyon y en su periferia hubo una cuarentena de automóviles que fueron pasto de las llamas; en Marsella se contabilizaron en los barrios de Cayolle y Air-bel una treintena de coches incendiados.
Francia anunció ayer la activación una ley adoptada en 1955 para decretar el estado de emergencia que no se aplicaba desde la guerra de Argelia. Se van a movilizar 1.500 reservistas de la policía y la gendarmería para elevar a 9.500 el número de efectivos desplegados para tratar de atajar la ola de violencia urbana que empezó el pasado 27 de octubre.