Las medidas excepcionales no detienen la ola de violencia en Francia
Un policía herido y más de 200 detenidos en la decimoséptima noche
París
Pese al refuerzo de las medidas de seguridad, la prohibición de concentraciones susceptibles de generar algaradas y la declaración del estado de emergencia, la intensidad de la violencia en Francia disminuye pero ésta no cesa. Anoche, la decimoséptima de disturbios, un policía resultó herido en un suburbio de París, 212 personas fueron detenidas y 374 vehículos incendiados, según el balance definitivo facilitado por la Dirección General de la Policía.
La cifra de coches quemados es más baja que la registrada en la noche del viernes al sábado (502), pero en cambio ha aumentado levemente la de detenciones, que el día anterior había sido de 206.
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Un oficial de policía ha resultado herido esta noche al ser golpeado por una bola metálica lanzada desde un edificio en el suburbio de La Courneuve, al norte de París.
En dos incidentes ocurridos en la ciudad sureña de Carpentras, grupos de vándalos han incendiado automóviles y una escuela, mientras en la zona noroeste se han lanzado 'cócteles molotov' contra edificios públicos, provocando daños escasos.
Toque de queda en Lyon
Además, en Lyon (sureste) se ha implantado el toque de queda para los menores. En esa ciudad, 101 vehículos han sido quemados esta noche, nueve personas detenidas y la policía se ha visto obligada a arrojar gases lacrimógenos a fin de dispersar grupos de jóvenes que lanzaban piedras en la histórica Plaza Belecour.
El toque de queda en Lyon y otros diez municipios colindantes regirá en las dos próximas noches para frenar la revuelta urbana que comenzó el pasado 27 de octubre en un suburbio de París y que se ha extendido por toda Francia. El pasado martes, el Gobierno declaró el estado de emergencia, dando poder a los prefectos (delegados del Gobierno) para activar medidas de seguridad excepcionales tales como la imposición del toque de queda si fuese necesario.
París, tomada por 3.000 policías
En París, unos 3.000 agentes, de los que seiscientos son antidisturbios, están desplegados por diversos puntos de la capital, en especial en lugares turísticos como la Torre Eiffel, los Campos Elíseos y la Plaza de la Bastilla, así como en estaciones ferroviarias y del metro que conectan la periferia con el centro de la capital francesa.
La prohibición de celebrar concentraciones en París "susceptibles de provocar o generar violencia", que entró en vigor a las diez de la mañana de ayer, se ha levantado a las ocho de la mañana de hoy. El Gobierno francés tomó esta decisión ante los mensajes vía móvil e Internet que instaban a "acciones violentas" durante este fin de semana en la capital francesa.