Dos acusados en el caso Ekin admiten que dieron poderes de una sociedad a dos presuntos etarras
La traductora de euskera y la firmeza de la magistrada, anécdotas de la jornada
Los acusados en el macroproceso contra el entorno de ETA, Ekin, que celebra desde ayer la Audiencia Nacional, José Antonio Díaz Urrutia, alias "Andoni", y Juan Pablo Diéguez Gómez, para quienes el fiscal pide 12 años de prisión por integración en organización terrorista, negaron hoy que la empresa Gadusmar -de la que eran fundador y administrador, respectivamente- financiara las actividades terroristas de ETA. La presidenta del tribunal ha tenido que emplearse a fondo en algunos momentos de la vista.
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Sin embargo, a preguntas del letrado Kepa Landa reconocieron que dieron poderes sobre la sociedad en Cuba a los presuntos etarras Carlos Ibarguren y Agustín Azkarate, pero como particulares y no como miembros de la organización terrorista.
El escrito de acusación del fiscal Enrique Molina señala que Gadusmar, constituida en noviembre de 1994, tenía como objeto la comercialización de bacalao, pero en abril de 1996 el acusado Juan Pablo Diéguez amplió el objeto al de pesquería y otorgó poderes especiales y exclusivos para Cuba a favor de los miembros de ETA Carlos Ibarguren (con tres reclamaciones pendientes en la Audiencia Nacional por pertenencia a banda armada) y Agustín Azkarate (con una reclamación por pertenencia a banda armada y asesinato).
Según el fiscal, Gadusmar inició a partir de entonces un proyecto de expansión en Iberoamérica con el fin de sostener económicamente a los miembros de ETA en Cuba y Panamá. Díaz Urrutia dijo, a preguntas de su abogado, que en ningún momento otorgaron "poderes a ETA", sino "a dos particulares". Por su parte, Diéguez indicó que les contrataron porque se encontraban en un país que interesaba a su empresa, pero agregó que no sabían que fueran miembros de la banda terrorista.
Afines al PP
Díaz Urrutia afirmó durante su declaración que dos de los socios fundadores de Gadusmar eran afines al PP. El procesado se negó a contestar a las preguntas del fiscal y en respuesta a las que le formuló su abogado, Kepa Landa, rechazó haber tenido relación alguna con ETA o KAS. "No he tenido nada que ver nunca con KAS, sólo con LAB, sindicato al que estoy afiliado. Nunca he sido gestor de cuentas de KAS ni de ninguna otra sociedad", dijo.
Afirmó que fue fundador de Gadusmar como socio capitalista, mientras que los otras tres personas que participaron en la creación de la empresa aportaron clientes para iniciar la andadura comercial de la misma. "Ellos aportaban la idea comercial y yo la culinaria, me encargaba de hacer cenas y exhibiciones de bacalao para introducir el producto", explicó.
A instancias suyas contrataron a Gorka Martínez Bilbao, ya fallecido, que le dijo que tenía intención de dejar la Mesa Nacional de HB. El fiscal, sin embargo, sitúa a esta persona como fundador de Gadusmar junto con el acusado.
Por su parte, Juan Pablo Diéguez afirmó, a preguntas de su letrado Kepa Landa, que desde la empresa MC Uralde, administrada por su mujer, no se financiaba a ETA. "Si no teníamos dinero para vivir nosotros cómo vamos a desviar dinero a nadie. Las acusaciones dicen muchas tonterías. Nosotros con el capital que teníamos no nos daba para financiar a nadie", afirmó.
Firmeza de la magistrado
La presidenta del tribunal, Angela Murillo, ha vuelto a demostrar que quiere mantener el orden en la sala. Cuando se citó a declarar a Iker Beristain, uno de los abogados hizo una objeción y el tribunal pidió a Beristain que volviese a su sitio. Éste se dio media vuelta y se encogió de hombros mientras regresaba, provocando carcajadas en la sala. Tras las risas, Angela Murillo exigió: "Por favor, guarden ustedes silencio", y añadió: "¡Se ríen ustedes fuera, aquí no se ríe nadie!".
Después interrumpió a un acusado cuando se disponía a realizar una afirmación que iba más allá de la pregunta que le habían formulado. Murillo le espetó tajantemente: "¿Va usted a responder a las preguntas que se le formulen, si o no?", a lo que el acusado respondió que no contestaría.
La firmeza de la magistrado también la ha sufrido incluso el fiscal cuando quiso intervenir en un momento dado sin tener la palabra y le espetó: "Usted cállese".
"¿Algo más habrá dicho, no?"
Inmaculada Berriozábal, la quinta de los acusados, negó hoy cualquier relación con ETA y con la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS), como han hecho todos los interrogados hasta el momento y además sólo respondió a las preguntas de su abogado. Durante su declaración se produjo otra de las anécdotas del día.
Berriozábal optó por declarar en un primer momento en euskera (los anteriores cuatro acusados lo hicieron en español), por lo que fue necesario utilizar un intérprete, que comenzó a realizar una traducción que no satisfizo a su abogada defensora. Así, después de que su cliente contestara ampliamente a una de las preguntas, la intérprete realizó una traducción resumida, ante la cual la letrada hizo el siguiente comentario: "Algo más habrá dicho ¿no?".
Berriozábal contestó en euskera a las preguntas que su abogada le hacía en español, e incluso llegó a ayudar con gestos a la intérprete en su traducción. En otros momentos se mostró dispuesta a expresarse en lo que ella misma describió como "el idioma de Cervantes".
