Irak cierra una jornada electoral de alta participación
Los iraquíes han elegido el primer Parlamento tras la caída de Sadam Husein
Bagdad
Tras doce horas abiertos, los colegios electorales han cerrado sus puertas después de una jornada electoral en la que los iraquíes han elegido su primer Parlamento tras la caída de Sadam Husein. La alta participación ha sido la tónica dominante: datos oficiosos apuntan que más de diez millones de iraquíes han votado, alrededor del 67% del censo. Los resultados se conocerán en dos semanas.
En medio de un gran despliegue de seguridad, los iraquíes han acudido a votar en masa y la participación ha sido muy superior a las de las elecciones enero. Se espera que se alcancen los 10 millones de votantes sobre un censo de 15 millones.
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Incluso en ciudades sunitas como Ramadi o Faluya, muy influidas por la guerrilla, los electores han ido a votar de forma fluida a sus centros electorales. Los iraquíes elegirán a sus representantes para el nuevo Parlamento, que también tendrá potestad para reformar la Constitución aprobada el pasado octubre.
La jornada ha transcurrido con relativa calma ya que, pese al blindaje que rodea estos comicios, se han producido algunos ataques, según informa el enviado especial de la SER, Gervasio Sánchez. El más grave ha ocurrido en la ciudad de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, donde una bomba ha matado a un guardia de seguridad. También en la capital se han producido varios ataques y explosiones de mortero, en los que han resultado heridos dos civiles.
7.650 candidatos
Los iraquíes han elegido entre más de 7.650 candidatos pertenecientes a 228 grupos políticos que compiten en busca de uno de los 275 escaños que componen la Cámara, que ya no será de transición. Un total de 45 escaños están reservados para las comunidades más minoritarias. La gran favorita es la Alianza Unida Iraquí (AUI), que encabeza Abdelaziz al Hakim, líder del principal grupo chií de Irak. En su seno concurre también el actual primer ministro, el también chií Ibrahim al Yafari, cabeza del partido radical Ad-Dawa.
Su principal rival es la coalición formada por su predecesor, Iyad Alaui, jefe del Gobierno que dirigió el país entre la devolución de soberanía por parte de EE UU y la celebración de las primeras elecciones. El tercer político chií en liza es el controvertido Ahmad Chalabi, viceprimer ministro, líder del partido del Congreso Nacional Iraquí y favorito de EE UU antes de la guerra.
Ninguno de los tres cuenta con el apoyo explícito del líder espiritual de los chiíes en Irak, el gran ayatolá Ali al-Sistani, quien esta vez se ha mantenido al margen del proceso. Los suníes, por su parte, compiten agrupados en la coalición Frente de Consenso Iraquí, fundada el pasado octubre y liderada por el Partido Islámico de Irak, principal agrupación suní de este país.