Zapatero y Erdogan llaman a la calma ante la escalada de violencia en el mundo musulmán

Entre los distintos análisis que se están haciendo en Occidente de la escalada de violencia en el mundo musulmán a raíz de la publicación en un periódico danés de unas caricaturas de Mahoma, hoy el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdongán, firman de forma conjunta un artículo en 'International Herald Tribune'. Tanto Zapatero como Erdogan llaman a la calma y al respeto mutuo.

El artículo en el "International Herald Tribune" comienza con un primer diagnóstico sobre la actual escalada de tensión sobre las caricaturas. "Si no desactivamos inmediatamente la situación, todos perderemos". Los líderes español y turco dicen que impulsaron la Alianza de Civilizaciones precisamente para "detener la espiral de odio que amenaza la paz mundial", y que se reafirman más en esta iniciativa.

Piden "respeto y calma", que se oiga la voz de la razón y apuntan también que los sistemas democráticos no renunciarán a la libertad de expresión, pero que hay que "respetar diferentes sensibilidades".

Por eso, aseguran, publicar las caricaturas puede ser legal pero "deben ser rechazadas desde un punto de vista moral y político". Zapatero y Erdogan recuerdan que ni las leyes ni las instituciones son suficientes para garantizar la paz en el mundo, y que hay que respetar lo que otras culturas tienen por sagrado.

Moratinos: "Hay muchos intereses detrás de los ataques"

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha apuntado en los micrófonos de la Cadena SER "la preocupación" por la situación generada en algunos países musulmanes y cree que detrás de éstos "hay muchos intereses" de algunos sectores políticos y sociales.

Moratinos ha adelantado que está prevista una declaración conjunta de la Liga Árabe y la Unión Europea. De los múltiples contactos que ha mantenido durante el fin de semana resalta la condena de los ataques por parte de los dirigentes árabes, aunque "existe un sentimiento generalizado de ofensa en el mundo musulmán".