Se agota una revista satírica francesa con las caricaturas de Mahoma mientras continúa la violencia

Las últimas llamadas a la calma lanzadas desde la UE, la ONU y la Conferencia Islámica, incluso desde el Consejo de los Ulemas afganos, no han detenido la ola de violencia. En Afganistán dos manifestantes han muerto. Mientras, la revista satírica francesa Charlie Hebdo ha publicado un número especial con las viñetas polémicas y nuevas caricaturas del profeta. Uno de sus periodistas ha estado en La Ventana y ha explicado los motivos que han llevado a su publicación.

El periodista Phillippe Lanson ha explicado que la revista quería "reirse de los fanáticos y de la gente que quiere por una razón u otra impedir todo tipo de representación y de libertad de expresión". Al ser preguntado por la portada de la revista — en la que Mahoma llora y se lamenta por lo "duro que es ser querido por unos imbéciles"— Lanson afirma que "los imbéciles" (des cons) son los integristas no los musulmanes.

"Estamos protegidos por la policía y es obvio que vamos a recibir amenazas de muerte porque ya recibimos con otras caricaturas en el pasado", ha asegurado Lanson que ha recordado que "Charlie Hebdó tiene una reputación muy fuerte satírica y un objetivo de los caricaturistas es la religión". Recordó que, por ejemplo, Charlie Hebdó se rio mucho de la religión católica "cuando esta religión era un poder fuerte aquí".

Condenas a la violencia

La UE, ONU y la Conferencia Islámica afirmaron anoche que la libertad de prensa debe basarse en la "responsabilidad y discreción" y tiene que pasar necesariamente por el respeto de las creencias y principios morales de todas las religiones, según informaron en un comunicado conjunto emitido por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el jefe de la Política Exterior de la UE, Javier Solana, y el director general de la Conferencia Islámica, Ekmeleddin Ihsanoglu.

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A su vez, los líderes de los tres organismos expresaron su preocupación por los tintes violentos que está adquiriendo el conflicto estallado a raíz de la publicación de las viñetas del profeta Mahoma en la prensa europea. "Estamos profundamente alarmados por las repercusiones y los actos violentos que han ocurrido tras la publicación", señalaron.

Annan, Solana y Ihsanoglu se unieron a la condena de la ofensa religiosa, a la vez que defendieron la libertad de expresión. "La angustia del mundo musulmán la comparten todos los individuos y comunidades que reconocen la sensibilidad de los profundos sentimientos religiosos", dijeron, pero a la vez condenaron enérgicamente las reacciones violentas desencadenadas en los últimos días.

Mientras, la ola de violencia continúa en varios países musulmanes. Por segundo día consecutivo, un grupo de fanáticos ha lanzado piedras y botellas con gasolina contra el edificio de la misión de observadores de Hebron (Cisjordania), instalada en esta ciudad palestina desde 1994. Los manifestantes no han conseguido su propósito de incendiar el edificio.

En la ciudad de Qalat, en Afganistán, dos manifestantes han muerto -cuatro, según la agencia EFE- por disparos de la policía afgana cuando trataban de asaltar una base militar estadounidense, mientras que el Consejo de los Ulemas afganos, principal organización islámica, ha pedido hoy el fin de las hostilidades.