El Goya menos conocido llega a Nueva York
La Colección Frick muestra la capacidad experimental del pintor
La Colección Frick presenta por primera vez en EEUU un conjunto de cincuenta obras representativas de la última fase creativa de Francisco de Goya (1746-1828), realizadas durante su exilio voluntario en Burdeos (Francia) entre 1824 y 1828.
La grave enfermedad que dejó sordo al genial pintor español queda plasmada en estas últimas obras, exhibidas a partir hoy en Nueva York. La exposición sigue a otras dos organizadas por la Colección Frick: una de Diego Velázquez, en 1999, y otra de El Greco, en el 2001.
Más información
Las pinturas, dibujos, litografías y miniaturas sobre marfil de este período, que es virtualmente desconocido por el público general, pertenecen a colecciones públicas y privadas de Europa y Estados Unidos, entre ellas el Museo del Prado, de Madrid.
El punto de partida de la exposición es el retrato de María Martínez de Puga, que es parte de la Colección Frick desde 1914 y que para muchos estudiosos del artista es un precursor del estilo pictórico modernista de Edouard Manet. A partir del misterioso retrato de esta mujer, los comisarios idearon una exhibición que "pudiese contar la historia poco conocida de los últimos años de Goya", declaró Susan Grace, comisaria de la exposición.
La muestra comienza con una selección de autorretratos y retratos de amigos cercanos de Goya, entre los que se encuentran los de su amigo Joaquín María de Ferrer y Cafranga o el del poeta y dramaturgo Leandro Fernández de Moratín. Otra porción de la exhibición está dedicada a los "dibujos personales" de Goya.
Junto con los dibujos se expone una delirante serie de diez miniaturas realizadas con carbón negro y acuarela sobre pequeñas placas de marfil, una técnica novedosa con la que Goya se anticipa al automatismo de los surrealistas.