Economía y negocios

Alemania blindó a E.On en 2002 ante posible compras de extranjeros

El gobierno de Berlín podría vetar cualquier compra e incluso expropiar las acciones ya realizadas

La legislación alemana ya blindó a su compañía eléctrica más importante para que pudiera ser compradora pero no comprada. Esta cláusula, impuesta por el Gobierno alemán en 2002 dura hasta 2012. En ella se dice que el gobierno podrá frenar la compra de acciones por parte de terceros e incluso expropiar las que ya se hayan producido.

La intervención del Gobierno se puede dar siempre que -dice literalmente la resolución del gobierno germano- "los intereses de política energética de la República Federal Alemana puedan quedar perjudicados".

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La duración de esa cláusula es de 10 años y fue firmada en 2002 cuando se produjo la fusión entre la eléctrica E.On y la gasista Ruhrgas. Por ello, el blindaje del gobierno ante las compras se prolonga hasta 2012.

La compañía que pretende comprar Endesa bajo el amparo del libre mercado tiene -además- importante presencia pública en su Consejo de Administración; el ex-canciller alemán, Gerhard Schroëder, forma parte de NEGP, la empresa mixta que E.ON tiene con Basf y Gazprom.

Además, dos ex-altos cargos del gobierno alemán presiden dos filiales de E.ON: Werner Müller, el que fuera ministro de Economía entre 1998 y 2002, es en la actualidad Consejero Delegado de Ruhrgas; y Alfred Tacke, ex secretario de Estado de Economía, es en la actualidad consejero de la filial eléctrica de Ruhrgas, STEAG.