Duras críticas a Maragall por nombrar conseller a Vendrell, 'en la picota' por el caso de las cartas de ERC

El presidente de CiU, Artur Mas, tachó de "trágala" e "insulto a la ciudadanía" el nombramiento como consejero de Gobernación de Xavier Vendrell, que "ha coaccionado a los empleados de la administración" por no pagar cuotas a ERC, con lo que "ha jugado innoblemente con el prestigio del país y de sus instituciones". El presidente del PP catalán, Josep Piqué, ha acusado directamente a Vendrell de "extorsionar" a personal de la Generalitat.

Mas no dudó en recordar que Vendrell está siendo investigado por la Fiscalía sobre la polémica de las cartas y que supone "un insulto a la ciudadanía y a la gente que trabaja en la Generalitat".

Por último, Mas comparó la crisis de gobierno de Maragall con la realizada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Zapatero la hizo en seis horas, Maragall ha tardado seis meses, porque no podía soportar más que otros pudiesen hacer de presidentes y él no".

Por su parte, el líder del PP catalán, Josep Piqué, consideró "cómplice" a Maragall de aceptar el nombramiento de Vendrell, "un auténtico escándalo democrático" al aceptar "una imposición indigna e ignominiosa".

Maragall se defiende

En la sesión de control, Maragall ha frenado las críticas recordando a Mas que recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anuló la última remodelación del Ejecutivo de Jordi Pujol, de noviembre de 2002, en la que se buscaba, según Maragall, "reforzar la candidatura de Mas" a la presidencia de la Generalitat, después de un total de seis crisis de gobierno entre 2000 y 2002.

El presidente catalán ha leído una por una las seis remodelaciones que afrontó Jordi Pujol en sus últimos años de mandato, desde la del 7 de febrero del 2000 a la del 5 de noviembre del 2002, esta última anulada por el TSJC.

"Esto a nosotros no nos pasará nunca", ha remarcado Maragall, quien ha espetado que, a diferencia de CiU, "a mí ningún conseller me ha pedido una remodelación a su medida para convertirlo en candidato a la presidencia de la Generalitat, ni para repartir competencias entre dos candidatos a la sucesión, ni ningún conseller ha tenido que dimitir por irregularidades en su gestión".