Tour '06 / McEwen gana al sprint la segunda etapa y Hushovd líder
El australiano Robbie McEwen, del Davitamon Lotto, ganó el primer pulso directo entre los grandes velocistas y se adjudicó la segunda etapa del Tour disputada entre Obernai y Esche sur Alzette, en Luxemburgo, por delante de Tom Boonen, mientras que el noruego Thor Hushovd (Credit), recuperó el maillot amarillo que perdió en Estrasburgo.
En una jornada emocionante por la lucha por el amarillo, la gloria fue para el veterano McEwen, de 34 años, con nueve participaciones en el Tour y otras tantas victorias de etapa, además de dos maillots verdes, en 2002 y 204.
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Un hombre valiente en las rectas de llegada, considerado un "kamikaze" porque arriesga siempre a tope, al límite de la ley. Batió al campeón mundial, el belga Tom Boonen, al noruego Hushovd y al español Oscar Freire, que entró cuarto en pugna con los mejores. Todos ellos con un tiempo de 5h.36.14, a una media de 40,775 kms/hora en los 228 kms de recorrido.
Hushovd recuperó el liderato
Gracias a los ocho segundos de bonificación, Hushovd recuperó la prenda de líder que cedió a Hincapie en la primera etapa, después de sufrir una herida en el brazo. Boonen es segundo en la general a 5 segundos y tercero McEwen a 8. Alejandro Valverde (Illes Balears) mantuvo la quinta plaza a 16 segundos.
La etapa que acabó en la centenaria ciudad de Esche aportó un interesante episodio quijotesco con dos españoles como protagonistas, el vizcaíno Aitor Hernández (Euskaltel) y el cántabro David de la Fuente (Saunier), que salieron disparados apenas el director de la carrera había levantado la bandera de inicio.
Ambos ciclistas, debutantes en la grande "boucle" e ilusionados por aprovechar una oportunidad que, si llega, tiene que ser por el método de la larga aventura. Aitor, de 23 años y rodador; y David, de 25 y escalador, se marcharon por las llanuras alsacianas desafiando a la segunda etapa más larga del Tour, con moral, como debe ser e innegable fe en sus posibilidades.
Lograron la máxima renta, de 11.20 minutos, en la Cota de les Pandours, en el km 35, con el pelotón aún desperezándose y planteándose cómo afrontar la travesura del par de españoles. El Discovery del efímero líder, George Hincapie, se puso el mono de trabajo y lanzó a la masa a velocidad más apropiada para una etapa del Tour. El Quick Step, Credit y Davitamon se dieron por aludidos y se pusieron a dar relevos, pensando que los intrascendente pasos intermedios bonificados podrías dar o quitar el maillot amarillo.
Boonen le ganó la partida al herido Hushovd en el esprint de Marimont (Km 107) y el nórdico al ídolo belga en el de Holling (km 169), de manera que de nuevo Hushovd se convertía en líder, si no lo remediaba el campeón del mundo con una victoria en Esche.
La etapa cobró emoción con los guerrilleros Hernández y De la Fuente por delante. El del Saunier puntuó primero en las tres primeras cotas, por lo que ya tenía el maillot de puntos, todo un lujo, y además en la de Kedange (km 187) se marchó solo tras coronar. Se resistía el ciclista de Reinosa a tirar la toalla, aún sabiendo que a 24 kilómetros de meta sólo contaba con 1.54 minutos para gestionar la hazaña.
Intriga hasta el final
El terreno más arisco quedaba por llegar, con dos cotas de cuarta categoría encadenadas. Eso era mucha tela para un corredor que llevaba más de 200 kilómetros en sus piernas a toda máquina. Boonen conquistó otros 4 segundos en el esprint de Yutz (km 198), y Hushovd 2. Más intriga.
De la Fuente, ajeno a la marabunta, conquistó el penúltimo montículo, el Kanfen (4a), a 17 kilómetros de meta y 2 kilómetros después era alcanzado por el alemán Wegmann, líder de la montaña, quien había atacado en el ascenso. Las ilusiones de todos los héroes anónimos acabaron dentro de un inmenso bloque de hombres que marchaban a todo piñón. Fue a 8 kilómetros de la llegada, con el Milram de Zabel en vanguardia.
Después de 220 kilómetros empezó la etapa que pasará a la historia, la de verdad. El alemán Kessler (T-Mobile) tensó la cadena, se tiró en un vertiginoso descenso hacia Esch. Una caída cortó el pelotón y le otorgó otros segundos preciosos, pero los "guepardos" tenía hambre de victoria y no fallaron. Le hundieron la moral a 50 metros de la llegada, donde McEwen se apuntó la victoria 143 desde su debut profesional en 1996 y la undécima de la temporada. Se cumplió el guión.