El líder de Hezbolá dice que Israel no ha destruido la estructura de la guerrilla libanesa

El líder de la guerrilla libanesa Hezbolá, Hasan Nasralá, ha declarado en un mensaje en la televisión de Qatar Al Yazira que Israel no ha logrado destruir la estructura de la organización. Además, ha añadido que no liberará a los dos soldados israelíes secuestrados hace ocho días si no se negocia la puesta en libertad de presos de la guerrilla.

"Aunque el universo entero" presione a Hezbolá, no devolverán a los soldados hebreos a no ser que se negocie también la liberación de presos de la milicia.

Israel comenzó a bombardear esta noche Líbano, nuevamente, después de que los jefes militares a cargo de la ofensiva contra la milicia islámica de Hezbolá aconsejaran a la población civil de las aldeas del sur de Líbano que evacuaran la zona. En los últimos combates han muerto un miliciano libanés y han resultado heridos nueve soldados de Israel, según fuentes militares israelíes.

Los combates se desarrollaron al norte del poblado fronterizo de Biranit y en el punto fronterizo de Avivim. Los soldados israelíes están operando en una franja fronteriza, dentro de territorio libanés, con el objetivo de desmantelar las instalaciones de los milicianos del Partido de Dios (Hezbolá).

Según fuentes militares, los soldados han destruido tres lanzacohetes de la milicia libanesa y la aviación ha bombardeado campos de entrenamiento de Hezbolá al este de Líbano y una estación de transmisiones de su canal de televisión.

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50 por ciento

El ministro de Transportes, el general en la reserva Shaúl Mofaz, ex comandante de las Fuerzas Armadas, informó de que ya han destruido el 50% de la capacidad militar de la milicia.

Además, Israel y Hezbolá se enzarzaron en una polémica por el último ataque aéreo. Fuentes militares de Israel informaron de que sus aviones habían bombardeado con 23 toneladas de dinamita el supuesto búnker de Hasan Nasralá -secretario general de Hezbolá-, situado en el campo de refugiados palestino de Burch el Barachne, al sur de Beirut. Sin embargo, la milicia desmintió la información, diciendo que el lugar bombardeado era una mezquita en construcción.