Sadam comparece de nuevo ante el Tribunal tras su condena a muerte
El dictador iraquí se enfrenta esta vez a la acusación de genocidio
Tras su condena a muerte hace dos días, Sadam Hussein ha comparecido de nuevo frente al Tribunal Penal Supremo, que le juzga por el caso Al Anfal, después de que el domingo fuera condenado a la pena de muerte por "crímenes contra la humanidad" en el caso Al Duyail. En esta ocasión, el dictador se enfrenta a un presunto delito de genocidio contra los habitantes kurdos en el norte de Irak.
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Sadam ha comparecido vestido con un traje negro, una camisa blanca y un pañuelo. Con gesto tranquilo se ha dirigido a su asiento, junto a los otros seis procesados, a los que se les juzga por la represión de kurdos a finales de los años ochenta durante la llamada operación Anfal. A continuación, el juez, Mohamed Oreibi Jalifa, ha comenzado la sesión y ha llamado a declarar al primer testigo de la sesión de hoy, un ciudadano kurdo.
Se trata de la vigésimo primera sesión desde que el proceso del caso Al Duyail comenzara el pasado 25 de agosto. En esta ocasión, el equipo de la defensa de los siete acusados tampoco se ha presentado hoy en la sala, ya que boicotea el proceso desde el pasado día 30 cuando el presidente del Tribunal rechazó un pliego de solicitudes de los abogados, entre ellas la participación de letrados árabes y extranjeros en el proceso.
En las pasadas sesiones el Tribunal escuchó los testimonios de varios kurdos víctimas de la campaña de Al Anfal, lanzada entre 1987 y 1988 por el ejército iraquí contra miembros de esta etnia en el norte de Irak.
Según cifras facilitadas por el Fiscal General, más de 180.000 kurdos fueron asesinados o desaparecieron en aquella ofensiva que coincidió con los últimos dos años de la guerra entre Irak e Irán durante 1980 y 1988.
El pasado domingo, Sadam Husein fue declarado culpable de la muerte de 148 chiíes en 1982 en represalia por un intento de asesinato contra el entonces presidente en la localidad de Dujail. El dictador y otros dos procesados fueron condenados a morir en la horca. La sentencia ha sido recurrida, y el juicio por la Operación Anfal continuará su curso mientras prospera la apelación.