Ambiente de guerra civil en Irak después de los 202 muertos de ayer
Dos suicidas matan a 22 iraquíes en el norte del país y milicianos chiíes qeman vivos a seis suníes
La Policía ha informado de que milicianos chiíes han matado a seis suníes que salían del rezo del viernes, rociándolos con queroseno y quemándolos vivos. Por otro lado, dos terroristas suicidas, uno a bordo de un coche y otro con un chaleco de explosivos, ha matado esta mañana a 22 personas y ha dejado heridas a otras 26 en la ciudad de Tal Afar, al norte del país.
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Bagdad aún no se ha recuperado de la meteórica cifra de muertos que causó la cadena de atentados de ayer en el barrio chií de Sadr City. El Ministerio de Salud iraquí elevó hoy la cifra hasta 202 fallecidos, todos de la comunidad mayoritaria en Irak, y el sentimiento de venganza crece entre los chiíes, cuyos pistoleros no dudaron en devolver el golpe a los suníes atacando sus barrios en Bagdad.
Mientras, el cisma político cada vez es más evidente: el clérigo radical chií Muqtada al Sadr amenaza con abandonar sus tres carteras en el Gobierno de unidad nacional si el primer ministro, Nouri al Maliki, se reúne con el presidente de Estados Unidos, George Bush, la semana que viene, como está previsto.
Los chíies se vengan
Mezquitas y hogares suníes ardían desde por la mañana en los barrios suníes de Hurriya y Adhamiya, donde, según testigos, los ataques de morteros causaron 22 personas y otras 24 resultaron heridos. La mezquita de Abu Hanifa, una de las más importantes de los suníes en Bagdad, fue una de las afectadas. También una de las mezquitas encargadas por Sadam Hussein, suní, en Ghazaliya, fue objetivo de cinco explosiones de mortero, aseguró el imán Sheik Mahmoud al Sumaidaie a ''The New York Times''.
En la ciudad de Tal Afar, cerca de la frontera con Siria y a unos 400 kilómetros al Noroeste de Bagdad, dos suicidas, previsiblemente suníes, en un coche bomba y con un cinturón de explosivos, se inmolaron en un mercado frecuentado por chiíes. La Policía de la capital provincial, Mosul, informó de que 22 personas murieron y otras 26 resultaron heridas en el ataque. Tal Afar es una ciudad habitada mayoritariamente por turcos y dividida entre musulmanes suníes y chiíes.
Mientras decenas de grupos de chiíes armados con rifles de asalto y lanza cohetes patrullaban las calles de Bagdad, en la mezquita de Kufa, el clérigo chií Muqtada al Sadr llamaba a la calma a su comunidad. Según este líder, la violencia entre las comunidades musulmanas se desató a raíz de la ocupación de Estados Unidos y la única solución para acabar con la guerra sectaria es su retirada. Como primera medida para esa unidad que dijo desear Al Sadr, reclamó al máximo líder de los suníes en Irak, el jeque Yamal Abdelkarim al Daban, una fatwa.