Un frágil alto el fuego para Gaza
El ejército hebreo se repliega mientras la Yihad Islámica y el brazo armado de Hamás lanza cohetes contra Israel
El alto el fuego en Gaza pactado entre las milicias palestinas e Israel se encuentra en un momento de incertidumbre, apenas unas horas después de haberse alcanzado el acuerdo. El lanzamiento de misiles artesanales desde territorio de la Autoridad Nacional Palestina sobre territorio israelí por parte de los brazos armados de Yihad Islámica y Hamás hace difícil un armisticio que puede abrir "una nueva oportunidad para el proceso de paz y las relaciones entre los dos pueblos", según el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz.
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Uno de los cohetes lanzados desde Gaza ha caído Sderot, localidad de unos 25.000 habitantes. Fuentes policiales de la ciudad han precisado que el cohete no causó víctimas ni daños materiales. El ataque se ha registrado poco después de anunciar fuentes militares la retirada de las tropas israelíes desplegadas para posibles operaciones en la franja autónoma de Gaza, y en vísperas de una intensificación de una ofensiva para impedir el lanzamiento de cohetes Al Kasam contra Sderot, y otras localidades del sur de Israel.
Los 'Batallones de Jerusalén', el brazo armado de la Yihad Islámica, ha reivindicado el lanzamiento del proyectil contra esa población, donde otro cohete, montado en un taller de Gaza, causó serios daños materiales al hacer impacto en la fachada de una residencia familiar, poco antes de la entrada en vigor del alto el fuego.
Dos de las facciones palestinas, el brazo armado de la Yihad Islámica y la Milicia de Abu Rish, disidentes del movimiento Al Fatah, han anunciado que no participarían en el acuerdo alcanzado por las demás organizaciones para el alto el fuego, también denominado "período de calma", en caso de que Israel también cesara sus operaciones militares.
"Mesura y paciencia"
El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, ha amenazado con hacer volver a sus soldados a la franja de Gaza si siguen cayendo misiles tras la entrada en vigor del alto el fuego. "Si Mahmud Abbas [el presidente palestino] y los movimientos palestinos firmantes del acuerdo de alto el fuego no son capaces de aplicarlo, Israel lo considerará como una violación y actuará para defender a la población civil israelí", ha dicho en un comunicado, añadiendo que "Israel apoya la paz, pero no aceptará que se ataque a su población".
Por su parte, el primer ministro hebreo, Ehud Olmert, ha declarado que su Gobierno debe mostrar "mesura y paciencia" frente a las violaciones del alto el fuego. "Soy consciente de que ha habido violaciones, pero hay que dar una oportunidad para que se consolide el alto el fuego prometido por Abás", ha asegurado Olmert durante la inauguración de un colegio de la localidad de Raat, en el Negev.
El mandatario israelí espera que el acuerdo pueda ampliarse a Cisjordania y que facilite un compromiso para la liberación del soldado israelí Guilat Shalit, cautivo de las milicias palestinas desde el 25 de junio pasado, según ha comentado.
Impulso al plan de paz
La aplicación de un alto el fuego es el punto de partida de casi todos los planes de paz que se barajan, inclusive el presentado recientemente por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. El acuerdo se produce en un momento en que las partes están negociando la liberación del soldado Guilad Shalit, capturado el 25 de junio pasado por milicias palestinas en la frontera con Gaza, a cambio de la puesta en libertad de palestinos presos en Israel, y en que asesores de Olmert y Abás preparan una reunión entre ambos.
Hasta ayer mismo, no obstante, el Ejército israelí siguió con sus operaciones en Gaza, y las milicias palestinas disparando cohetes Kasam contra territorio de Israel.
Además, horas antes de la presentar la oferta definitiva de alto el fuego, las facciones habían anunciado que retiraban la propuesta de tregua que habían hecho el pasado jueves debido a la respuesta del Gobierno israelí que condicionó su aceptación a un desarme de las milicias. Pero esta noche representantes de los brazos armados de los principales partidos palestinos, entre ellos Hamás y el nacionalista Al Fatah, volvieron a reunirse con el primer ministro palestino, Ismail Hanye, y decidieron hacer una nueva oferta a Israel.
A los grupos palestinos les interesaba llegar a un alto el fuego, pues cada vez son más numerosos quienes opinan que el lanzamiento de cohetes perjudica en última instancia mucho más a la población palestina que a Israel. Así, el presidente palestino en la reunión del jueves condenó el lanzamiento de cohetes Kasam contra Israel reiterando un argumento que había esgrimido en otras ocasiones, de que "con ello se da a Israel una excusa para seguir perpetrando sus bárbaros ataques".
Inmediatamente después de la reunión, Abás llamó a Olmert para comunicarle la propuesta y éste la aceptó tras una consulta rápida con la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, con el de Defensa, Amir Peretz, con el vice-primer ministro, Simon Peres, y con el jefe de las Fuerzas Armadas, Dan Halutz Abás comunicó a Olmert que los grupos palestinos se habían "puesto de acuerdo para cesar toda actividad violenta" y Olmert contestó que, "dado que la acción israelí en Gaza estaba encaminada a impedir el lanzamiento de cohetes" aceptaba el alto el fuego, informó un portavoz de la Oficina del primer ministro. El presidente palestino aseguró a Olmert que "las facciones están decididas" y el primer ministro de Israel aceptó la propuesta de alto el fuego "en la esperanza de que dure".
Eisen, portavoz del Gobierno de Israel: "Abas dice que ha alcanzado un acuerdo con todas las facciones palestinas"
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