Un fallo del fiscal y la AVT permite la absolución de Vicario Setién por el secuestro de Aldaya
Quedan también en libertad otros dos etarras, acusados de extorsión y de ocultar a miembros de la banda, entre otros delitos
Un error del fiscal Ignacio Gordillo y de las partes (entre ellas la Asociación de Víctimas del Terrorismo) ha obligado hoy a la Audiencia Nacional a absolver al etarra Gregorio Vicario Setién por su participación en el secuestro del empresario José María Aldaya. El fiscal olvidó presentar en el juicio un informe pericial en el que se recogían muestras genéticas del etarra en el zulo donde estuvo el industrial vasco durante 341 días entre 1995 y 1996.
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Según explica la Sala de lo Penal en una notificación hecha pública, el informe se había realizado con las pruebas de una maquinilla de afeitar recogida por la policía en una nave industrial del polígono de Gaviria de Irún (Guipúzcoa), donde ETA teniá un zulo en el que escondieron, entre otros, a Aldaya y a Cosme Delclaux, también secuestrado.
El informe, que concluía que el ADN obtenido de la maquinilla pertenecía a Vicario Setién, fue trasladado al fiscal y al resto de las partes personadas en la causa -entre las que también figuraba la AVT- el pasado 11 de septiembre, "sin que el mismo se introdujera en el plenario", por lo que no pudo ser analizado por el tribunal al deliberar la sentencia. La sala considera que las acusaciones no han conseguido desvirtuar la presunción de inocencia del procesado.
Además, este hecho impide que el informe pericial excluido pueda ser incluido nuevamente, queda definitivamente perdida esta prueba.
"Procede resolver en consecuencia absolverle libremente del delito y dejar sin efecto las medidas cautelares de tipo personal y económico acordadas en la fase sumarial y declarar de oficio las costas causadas en este proceso en lo que afecta a dicho encausado", añade el tribunal en su resolución, de la que ha sido ponente el magistrado Fernando Bermúdez de la Fuente.
Aldaya estuvo secuestrado entre el 8 de mayo de 1995 y el 14 de abril de 1996, y durante el juicio, en el que declaró por videoconferencia debido a sus problemas de salud, aseguró que después de su largo cautiverio tenía "suerte de estar vivo". Vicario Setién, por su parte, se negó a declarar en la vista y se limitó a manifestarse "orgulloso" de pertenecer a ETA.
La absolución, en cualquier caso, no supondrá la excarcelación del acusado, que está pendiente de que se dicte sentencia en la causa en la que fue juzgado por el asesinato en Barcelona el 7 de febrero de 1994 del coronel del Ejército Leopoldo García Campos y que el pasado 23 de noviembre ya fue condenado a ocho años de prisión por la colocación de un coche bomba en la capital catalana.
Tras conocer la sentencia, un portavoz de la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha asegurado que el fiscal Ignacio Gordillo está de permiso estos días, por lo que el ministerio no podrá dar una explicación de lo ocurrido hasta su regreso el próximo lunes. Hasta entonces tampoco decidirá si recurre o no la sentencia. Gordillo había solicitado 17 años de prisión para Vicario Setién por un delito de detención ilegal.
Absueltos otros dos etarras
La Audiencia Nacional ha absuelto también a otros dos presuntos etarras, José Luis Beotegi y Miguel Guillermo San Argimiro, para quienes la Fiscalía solicitó penas de 9 años y 10 años de prisión por enviar cartas de extorsión y ocultar a miembros de la banda y por pertenecer al comando Ipar Haizea, respectivamente.
En el caso de Beotegi -que en su día afirmó que los cocineros vascos Juan María Arzak, Carlos Argiñano, Martín Berasategi y Pedro Subijana pagaron a ETA el llamado impuesto revolucionario-, el tribunal le absuelve porque no hay ningún dato que corrobore las acusaciones que pesaban contra él, salvo sus propias declaraciones ante la policía. También San Argimiro ha sido exculpado por falta de pruebas.