Internacional

El tirano que murió en la horca

El tirano que dirigió con mano dura Irak durante 24 años ha muerto en la horca. Sadam nació en el pueblo de Al Awja, a orillas del río Tigres el 28 de abril de 1937, en el seno de una familia de campesinos. Participó en varios intentos de golpe de Estado y desde 1968 su carrera política dentro del Gobierno ascendió de forma meteórica hasta convertirse en presidente. Numerosas guerras y la sangrienta represión de las minorías internas le convirtieron en un aliado de Occidente, hasta que se le ocurrió invadir al rico Kuwait.

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Analfabeto hasta los 10 años, vivió una infancia junto a su madre y su padrastro, sometido a fuertes palizas que le dejaban en cama varios días, según confesó él mismo ya de adulto. Su punto de referencia fue su tío materno, con quien viajó a Bagdad e ingresó en el partido Baas, de ideología laica, nacionalista y revolucionaria.

En aquella época, los jóvenes iraquíes se manifestaban en contra del colonialismo británico y la intervención política estadounidense, una situación que se repite 50 años después. Fue rechazado en la academia militar de la capital, debido a su escaso currículum académico y se volvió en las actividades de partido.

En 1959, Sadam participó en un intento de asesinato del entonces primer ministro Kassen. Falló, y fue detenido, condenado a muerte y un exilio forzado en Siria y Egipto donde el presidente Nasser lo protegió y la facilitó la entrada en la Universidad de El cairo, donde curso estudios de derecho. Regresó al país después de que otro golpe militar derrocara al presidente y hubo diez años de luchas fraticidas en las que Sadam empezó a tejer su leyenda.

Fue a partir de 1968 cuando sus milicias perpetraron otro golpe de Estado, y el Baas logró situarse en el poder. Su ascenso fue imparable: primero vicepresidente y luego al frente de la policía secreta, situando a sus acólitos en los puestos claves, hasta que en 1979 se hizo con la presidencia.

De aliado a enemigo 'número uno'

Tras su llegada al poder, Sadam decidió asesinar a todos sus críticos y, alentado por las enormes reservas petroleras, empezó un programa de rearme a gran escala. En los 80, Irán se convirtió en una amenaza para Occidente, y su vecino Irak se convirtió de modo natural en aliado de Estados Unidos para frenar la expansión de la revolución islámica iraní.

Sadam decidió invadir Irán, dando inicio a una guerra que duró ocho años, sin una victoria clara y más de un millón de muertos, tres veces más iraníes que iraquíes. El conflicto había sido costoso y con el apoyo de Occidente, Sadam comenzó a mirar a su pequeño pero rico vecino, Kuwait, que decidió invadir en agosto de 1990.

La guerra fue 'la madre de todas las batallas', como la llamó en un error de cálculo en la que ya ha pasado a la historia como la Guerra del Golfo. Una amplia coalición internacional necesitó sólo tres días para liberar Kuwait y el dictador tuvo que admitir las resoluciones de la ONU, logrando mantenerse en el poder y sofocar de manera sangrienta los levantamientos de las minorías kurdas y chiís.

Gran Bretaña y Estados Unidos siguieron bombardeando ocasionalmente objetivos iraquíes durante una década. En marzo del 2003, el presidente norteamericano Gerge W. Bush decide concluir el trabajo inacabado de su padre y decide invadir Irak y derrotar al dictador, argumentando la existencia de de armas de destrucción masiva, nunca encontradas.

Dos esposas y varios dobles

Pocos saben que ha tenido dos esposas, aunque oficialmente sólo se hable de la primera, su prima Sajida, madre de sus cinco hijos. El romance con su segunda esposa terminó cuando su hijo Uday fue encarcelado por el asesinato en el palacio presidencial del intermediario en los encuentros amorosos, para los que no utilizaba sus múltiples dobles.

 
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