Enfado de los sindicatos con Fomento por negociar sin ellos la recolocación de los empleados de Air Madrid
El juzgado de lo Mercantil decide hoy si la compañía aérea española es insolvente gestionando la empresa
Madrid
El ministerio de Fomento lleva reunido desde las cinco de esta tarde con los sindicatos para explicarles el acuerdo ultimado con el grupo alemán LTU, por el que esta empresa se quedará con la mitad de la plantilla de Air Madrid y asumirá la mayoría de sus rutas. UGT y Comisiones Obreras exigirán al departamento que dirige Magdalena Álvarez que les aclare cuestiones como qué criterios se han seguido para decidir qué parte de la plantilla sería contratada por LTU o cómo se van a repartir los permisos de vuelo de Air Madrid
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A las organizaciones sindicales les ha sentado fatal que el Ministerio de Fomento haya gestionado a sus espaldas este acuerdo, cuando, el pasado mes de diciembre, a las pocas horas de que estallara la crisis de Air Madrid, el propio Ministerio recabó su ayuda para salir del atolladero.
Según el acuerdo ultimado, que no firmado, con LTU, la empresa alemana se quedaría con algunas de las rutas de Air Madrid y con la mitad de la plantilla de la empresa de José Luis Carrillo.
Sombras del acuerdo
El acuerdo para los sindicatos está lleno de sombras. La primera, con qué criterios se ha decidido qué mitad de la plantilla es recolocada en LTU y en qué condiciones. La segunda, por qué se adjudican de forma unilateral al grupo alemán los permisos de vuelo de Air Madrid. Y la tercera, qué pasa con los pasajeros que no acepten pagar 250 euros más por trayecto para que LTU se haga cargo de ellos.
Por otro lado, ni a UGT ni a CCOO les queda claro cómo se articula este acuerdo de Fomento y LTU con el procedimiento concursal abierto en un juzgado mercantil de Madrid.
Por cierto, que en ese juzgado madrileño de lo mercantil, el número cinco, los representantes legales de Air Madrid han reconocido que, después de la suspensión de actividades de la compañía, sus propietarios inyectaron 7 millones de euros. Su intención, dicen, era demostrar la solvencia de la aerolínea.