Fomento aleja de A Coruña al buque holandés cargado con fertilizantes

A Coruña

Dos remolcadores del ministerio de Fomento han alejado a 10 millas de la costa coruñesa a un buque holandés con una carga de 6.000 toneladas de fertilizantes que empezó a emitir gases tras una reacción química que comenzó esta madrugada. Un portavoz del Ministerio ha dicho en la SER, pasadas las seis de la tarde, que el barco ya "no emite ningún tipo de gas" y que "la situación está controlada".

El delegado del Gobierno en Galicia, que preside el gabinete de crisis, Manel Ameijeira, ha descartado, en declaraciones a la SER, que haya riesgo de que los gases emitidos fueran tóxicos y afectaran a la población. Sólo "en espacio abiertos puede producir irritaciones pero no afectaciones tóxicas". Al contrario de lo que señalaban las primeras informaciones, Ameijeira negó que hubiera en el barco fuego alguno.

En este sentido, el director de Comunicación del Ministerio de Fomento, José María Noguerol, ha dicho en la SER esta tarde que "no hay ningún tipo de emanación". "La situación está controlada", ha agregado.

El presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Emilio Pérez Tourino, que se encontraba en Asturias, ha regresado a territorio gallego. Ha declarado que se están tomando todas las medidas necesarias para dar una respuesta a la emergencia, aunque aún no está completamente bajo control. Primero hay que retirar una carga que cubre las toneladas de fertilizantes, una operación que se "puede hacer en el mar", según Touriño.

Los gases que emanó el buque tampoco han afectado a los 12 miembros de la tripulación que, en ningún momento, perdieron el gobierno de la embarcación y están en perfecto estado, según Ameijeiras.

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El buque holandés Ostedijk, que está ahora a unas diez millas de A Coruña, transportaba 6.000 toneladas de fertilizantes del tipo NTK 151515, había partido de Noruega y su destino era Valencia. Minutos antes de las dos de la madrugada mandó una llamada de ayuda a Salvamento Marítimo. A ese aviso acudió el buque Don Inda con el remolcador Ibaizábal I para arrastrar el barco mar adentro y evitar que llegaran a la costa los gases causados por la reacción química de la carga.

Sin riesgos

El delegado del Gobierno en Galicia ha dicho que aún se desconocen las razones por las que comenzó la reacción química que provocó la emisión de gases. En todo caso, ha querido dejar claro que "no hay riesgo para la tripulación, ni para la población, ni para el mar".

De momento, el barco sigue quieto y amarrado, y el gabinete de crisis se ha reunido en la Torre de Hércules de la ciudad coruñesa para decidir qué hacer con la nave.

Las autoridades han decidido en primer lugar que se cierren las escotillas del barco para evitar nuevas emanaciones, además, tres bomberos van a bajar a la cubierta para sellar cualquier vía de salida del gas.