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Sociedad

La consejera catalana de Sanidad vuelve a pedir el copago en el Sistema Nacional de Salud

Países como Bélgica y Francia ya presentan diferentes modelos en los que el paciente paga por recibir atención médica

No es un debate nuevo, pero lo cierto es que cada vez que se pone sobre la mesa produce cierto revuelo. De nuevo desde Cataluña la consellera de Sanidad, Marina Geli, ha defendido la fórmula del copago de la Sanidad Pública. Es decir que los usuarios paguen por algunos servicios, no tanto por un problema de financiación, sino de la mala utilización que se hace sobre todo de la atención primaria.

La consellera sabe que es una medida impopular que no se va abordar en esta Legislatura pero que, cuando se adopte, deberá ser una medida que se imponga en todas las comunidades.

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Geli considera imprescindible que los usuarios paguen una cantidad simbólica para acceder a determinados servicios sanitarios. La consellera recuerda que muchos países de nuestro entorno ya han adoptado por este sistema, que tiene como objetivco regular la afluencia de los ciudadanos a la sanidad pública para evitar que aquellos que no necesitan atención colapsen el servicio. Eso sí, Marina Geli dice que esta medida debería apoyarla el Ministerio de Sanidad.

Pese a considerar inaplazable el debate, la consellera de Sanidad es consciente de que en esta Legislatura el clima político hace imposible abordar la medida.

Francia como modelo

En Bélgica el usuario paga algunos servicios en la Sanidad Pública. Lo mismo ocurre en Francia, que es lo que nos queda más cerca, y donde el paciente llega a abonar un euro por hospitalización o un tercio del coste una consulta médica, informa José María Patiño, corresponsal en París.

El Ministerio de Sanidad del país vecino ha emprendido una serie de reformas para reducir el impresionante déficit del sistema sanitario público, que el año pasado se elevó a 8.700 millones. Así, se mantiene la norma de que todo beneficiario de la Seguridad Social, excepto jubilados y parados, debe pagar un tercio del precio de la consulta de los médicos de cabecera, que ahora se eleva a 21 euros, es decir, el paciente debe pagar siete euros.

Esta cantidad, no obstante, puede serle restituida en su totalidad si está adscrito a una mutua. Dado que en Francia se puede elegir médico y que las tarifas de la mayoría son libres, la Seguridad Social siempre reembolsa respecto a unos baremos fijos. En el caso de los especialistas sólo se reembolsa si antes se ha acudido al médico de cabecera.

En los hospitales se ha introducido el pago de un euro simbólico y algunas de las prestaciones corren por cuenta del paciente. Los medicamentos tampoco son gratis; la Seguridad Social sufraga una sexta parte del precio total.

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