Ocho años de la masacre de Columbine: abril negro en Estados Unidos
La matanza del asesino de Virgina es la última de una serie tragedias que han coincidido en estos días
El 20 de abril de 1999 dos alumnos armados con pistolas asesinaron a trece personas en la escuela secundaria de Columbine, Colorado. Ocho años después, sólo cuatro días antes, el surcoreano Cho Seung-hui provocaba la mayor masacre de la historia de Estados Unidos: 32 muertos en el campus de la Universidad de Virgina. Dos trágicos sucesos coincidentes en el tiempo, y sorprendemente, no los únicos: el brutal atentado perpetrado por Timothy McVeigh contra el edificio federal de Oklahoma fue un 19 de abril de 1995.
Más información
- La Policía Nacional detiene en Mallorca a un imitador de la masacre de Columbine
- La familia del asesino de Virginia lamenta por carta los "horribles" crímenes de Cho Seung Hui
- Detenidos dos adolescentes cerca de Nueva York que preparaban un ataque con explosivos contra una escuela
- El autor de la matanza de Virginia envió un paquete con escritos y vídeos a una cadena de televisión
- Los mayores tiroteos en la historia reciente de EEUU
- El asesino de Virginia dejó una nota con reproches hacia sus compañeros antes de la masacre
El pasado lunes 16, la Universidad Politécnica de Virginia se sumó a la triste lista con la matanza de 32 personas a manos del estudiante surcoreano Cho Seung-Hui, que posteriormente se suicidó.
La primera tragedia en elegir esta semana de mitad de abril para pasar a la historia negra del país se remonta a 1993, cuando el día 19, el Gobierno de Bill Clinton, con la secretaria de Justicia Janet Reno a la cabeza, decidieron terminar con el "sitio" a a la sede de la secta de los davidianos en Waco, Texas, que había comenzado el 28 de febrero.
Sospechando la presencia de armas, explosivos y otras actividades ilícitas en su interior, agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) asaltaron el rancho de Monte Carmelo en busca de su líder, David Koresh.
Koresh, -que se autodenominaba "profeta" de una secta desgajada de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y su gente- se enfrentaron a los agentes y en el incidente fallecieron cuatro agentes de la AFT y seis davidianos.
A partir de ahí, se produjo un asedio policial de 51 días que terminó el 19 de abril cuando las autoridades lanzaron gases lacrimógenos al interior del complejo para obligarles a rendirse.
Los "davidianos" se inmolaron en un tremendo incendio del complejo. Fallecieron 81 personas, incluidos 17 niños menores de 10 años y el "profeta" Koresh consiguió así el apocalipsis que siempre había predicado.
Oklahoma, 19 de abril de 1995
Aunque nunca se llegó a aclarar la relación real entre ambos incidentes, el mismo día, dos años más tarde, un potente camión bomba hizo saltar por los aires el edificio federal Alfred Murrah de la ciudad de Oklahoma, donde se encontraba la oficina del ATF cuyos agentes participaron en la operación contra los "davidianos".
Timothy McVeigh, un ex soldado condecorado en la Guerra del Golfo vinculado a grupos paramilitares de extrema derecha estadounidenses, fue declarado autor intelectual y material del atentado más grave de cuantos se habían registrado hasta entonces en tierra estadounidense.
Colocó más de 1.800 kilos de explosivos en el camión-bomba y terminó con la vida de 168 personas, entre ellos 19 niños que se encontraban en la guardería del edificio.
Los fiscales llegaron a la conclusión de que McVeigh, que fue ejecutado seis años después, planeó el atentado como un acto de venganza contra el Gobierno de EEUU y para vengar la muerte de los 81 seguidores del culto de los "davidianos".
Columbine: el antecedente
La locura de abril en EEUU no termina ahí.
Cuatro años y un día después, el 20 abril de 1999, los alumnos Eric Harris, de 18 años, y Dylan Klebold, de 17, mataron a doce compañeros y un profesor de la escuela secundaria de Columbine (Colorado).
Los asesinos, que se suicidaron poco después del mediodía, dispararon a jóvenes con fuertes creencias religiosas, de raza negra o deportistas y estudiantes de éxito.
Harris y Klebold, que fueron investigados en varias ocasiones por la Policía con anterioridad a la tragedia, introdujeron además dos bombas de nueve kilos en la cafetería de la escuela el mismo día de la matanza.
El fiscal general del estado entonces, Ken Salazar, -hoy senador demócrata por Colorado-, explicó que los agentes tuvieron al menos 15 contactos de diverso tipo con los dos jóvenes durante los dos años previos a la matanza del instituto.
Ocho años después, la tragedia vuelve a asolar EEUU. También durante esta semana de abril.
Y aunque los episodios tienen poco que ver unos con otros, sus propios autores parecen interesados en vincularlos.
Cho, el estudiante coreano que este lunes asesinó a 32 personas en la Universidad Politécnica de Virginia, en su dramático y perturbador manifiesto, a sus mentores, los "mártires Eric y Dylan", los asesinos de Columbine.