La familia del asesino de Virginia lamenta por carta los "horribles" crímenes de Cho Seung Hui
Bush reconoce que hubo "muchas señales de advertencia" para evitar la matanza
Washington
La familia de Cho Seung Hui ha pedido disculpas por los "horribles" crímenes cometidos por el joven. En una carta difundida por la hermana mayor, Sun Kyung, la familia del estudiante surcoreano afirma que se siente "desesperada, desvalida y perdida". La familia, que "nunca pensó que fuera capaz de hacer algo tan violento", asegura que "siente muchísimo las abominables" e inexplicables acciones de Cho.
Son las primeras declaraciones de los Cho, que se encuentran en paradero desconocido y protegidos por la policía desde la masacre perpetrada por el estudiante el lunes en la Universidad Politécnica de Virginia.
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La hermana de Cho, que trabaja como contratista para el Departamento de Estado, asegura que su familia "reza por aquellos familiares y personas queridas que están experimentando una pena insoportable", al tiempo que recuerda a aquellos que resultaron heridos o cuyas vidas "cambiaron para siempre". "Sus vidas fueron cortadas por un acto horrible y sin sentido", continúa el comunicado que fue enviado mientras se celebraba un día de luto nacional por las víctimas de la peor matanza cometida en un centro educativo en EE UU. La hermana recuerda que Cho fue con quien "creció" y a quien "amó" y que ahora cree "no conocer a esa persona".
"Siempre hemos sido una familia unida, pacífica y amorosa", explica Sun Kyung sobre los Cho, que antes de la tragedia residían en una casa adosada de Centreville, ciudad dormitorio al norte de Virginia, y regentaban una lavandería. "Mi hermano era callado y reservado" pero "nunca" podrían pensar "que fuera capaz de tanta violencia", se lamenta. El chico, que cursaba Filología Inglesa, tenía de 23 años y en los últimos dos años había dado señales de inestabilidad mental y había llamado la atención por sus escritos llenos de violencia, alusiones escatológicas e insultos. "Ha hecho llorar al mundo y ahora nosotros vivimos una pesadilla". Además, la hermana indica que harán "todo" lo que puedan "para ayudar a las autoridades a entender por qué ocurrieron esos actos sin sentido" y aclara que también ellos tienen "muchas preguntas sin respuesta".
"Un peligro para sí mismos y para otros"
Mientras tanto, el presidente, George W. Bush, ha ordenado a su Gobierno que estudie el modo de evitar matanzas de este tipo, incluidos mejores sistemas para identificar personas con problemas mentales. La Casa Blanca emitió ayer, de manera excepcional, a través de una emisora radiofónica, el tradicional discurso de los sábados de Bush, en el que el mandatario afirma que "no podemos entender qué hace que un estudiante se lleve por delante la vida de 32 personas. Lo que sí sabemos, es que era un joven con muchos problemas, y que hubo muchas señales de advertencia". A medida que se han ido conociendo más datos sobre Cho, un alumno huraño, silencioso y sin amigos, que el mismo día de la matanza envió un vídeo a una televisión en el que denunciaba a los ricos y arremetía contra la sociedad, han crecido los interrogantes acerca de si el suceso se pudo haber evitado.
En su discurso, Bush indicó que ha pedido a los departamentos de Educación, Justicia y Sanidad que lleve a cabo "una revisión de las cuestiones planteadas por esta tragedia". "Nuestra sociedad sigue tratando de resolver la pregunta de cómo tratar a individuos cuyos problemas de salud mental pueden hacer que representen un peligro para sí mismos y para otros", dijo el presidente de EE UU. Por su parte, el gobernador de Virginia, Tim Kaine, ha ordenado que se abra una investigación para determinar si las autoridades manejaron la crisis correctamente y si la matanza se pudo haber evitado. Una encuesta del instituto Zogby indica que dos tercios de los estadounidenses, el 69%, considera que la matanza fue obra de un loco y no pudo impedirse.
Recuerdo de las víctimas
Aunque el suceso ha reabierto el debate acerca de la conveniencia de imponer controles más estrictos para la posesión de armas en EE UU, un país donde es muy fácil comprar un arma de fuego, el 59% de los ciudadanos cree que endurecer esas normas no serviría de nada. La jornada de luto celebrada ayer viernes en memoria de las 32 víctimas mortales coincidió con el octavo aniversario de la matanza del Instituto de Enseñanza Media Columbine (Colorado), en el que dos estudiantes mataron a 13 personas y se suicidaron. Al duelo en Virginia, que incluyó un minuto de silencio, se sumaron entidades en todo el país, incluido el índice Nasdaq de Wall Street, en Nueva York, que suspendió sus operaciones a mediodía para sumarse al silencio.
En el campus de la Politécnica, los estudiantes que no han regresado a casa se congregaron en el parque central, el Drillfield, vestidos con las camisetas naranjas y granates de la Universidad, para guardar un minuto de silencio, mientras sonaban las campanas de la capilla. En el centro del parque se había dispuesto un círculo con 32 banderas y piedras, una por cada víctima. El propio Bush, que se encontraba en East Grand Rapids (Michigan), lució una corbata con los colores de la Universidad para sumarse al homenaje. Otras universidades ondearon banderas de la Politécnica.