Internacional

Putin acuerda con sus homólogos kazajo y turkmeno rechazar la alternativa europea del gas

El presidente ruso aprobó la construcción del gaseoducto Caspio, lo que conlleva un monopolio ruso del suministro de gas

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha acordado hoy junto a sus homólogos kazajo, Nursultán Nazarbáyev, y turkmeno, Gurbangulí Berdimujammédov, rechazar la alternativa europea del gas y aprobar el tendido del gasoducto del Caspio, que permitiría a Rusia acceder a los ingentes recursos energéticos de Asia Central.

"Con ese gaseoducto se incrementará el suministro de energía al resto del mundo, lo que será altamente positivo para todos. 510 kilómetros por el mar Caspio que podrán bombear treinta mil millones de metros cúbicos de gas anuales", anunció Putin.

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El existente gasoducto Asia Central-Centro (ACC) que une los yacimientos uzbekos, turkmenos y kazajos, y exporta el carburante a Rusia y Ucrania, no tiene capacidad suficiente para afrontar la creciente demanda.

Monopoliza el control del gas centroasiático

De esta forma, Rusia se hace con el control casi absoluto del suministro del gas centroasiático y echaría por tierra las esperanzas de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que desea reducir su dependencia del gas ruso.

Estos son partidarios de un gasoducto que cruzaría el mar Caspio eludiendo Rusia y enlazando los yacimientos de gas centroasiáticos con Azerbaiyán y el ya existente conducto Bakú-Tiflis-Erzerum (Turquía), ambicioso proyecto que es conocido como Transcaspio.

De ello también depende en gran medida la viabilidad del proyecto Nabucco (Turquía-Bulgaria-Rumanía-Hungría-Austria), de 3.300 kilómetros y un coste de 4.600 millones de dólares, con el que compite Rusia con su proyecto Corriente Azul (Blue Stream) a través del mar Negro también hasta Turquía.

Mil millones de dólares de coste

Los expertos rusos insisten en que el gasoducto del Caspio tendrá un coste aproximado de 1.000 millones de dólares, varias veces menos que el Transcaspio.

Nazarbáyev dejó claro su apoyo a la iniciativa rusa al afirmar que "Kazajistán no buscará otras rutas para el transporte de sus hidrocarburos, mientras Rusia nos ofrezca un acceso justo y mutuamente beneficioso a su sistema de gasoductos y oleoductos".

No obstante, el apoyo de Turkmenistán, que se debate entre las presiones rusas y occidentales desde la muerte en diciembre pasado del presidente vitalicio, Saparmurat Niyázov, no está garantizado.