Copa Luis Vuitton: "¿Cómo sacas el viento en la tele?"

Domingo 20 de mayo. Puerto de Valencia. La alegría estalla pasadas las 16.30 en la base del Desafío Español, el barco que representa a España en la Copa del América. La victoria por apenas unos metros ante el Emirates New Zealand permite al equipo español seguir vivo en la competición. La tripulación y los miembros del equipo celebran la gesta. Un triunfo que les permite seguir navegando al menos un día más. Pero, ¿Qué pasará cuando termine la Copa del América?

Fernando Sales, que ocupa el puesto de piano en el Desafío, se encarga de las drizas y los cambios de vela, es consciente que, pese a los millones invertidos en Valencia, la vela sigue siendo un deporte minoritario en España. Un deporte difícil de retransmitir. "Se necesitan helicópteros con cámaras, GPS en los barcos, cuesta mucho dinero, varias embarcaciones siguiendo la regata. En el tenis por ejemplo, pones una cámara y ya puedes ver el partido. En la vela ¿Cómo sacas en la tele el viento? En las televisiones no se ven los colores del mar", declara Sales.

A su lado, seguir la regata, entender los vientos y comprender la táctica de los barcos es fácil y emocionante. Uno de las quejas que más se oyen paseando por el muelle valenciano es que no se comprende muy bien las regatas y piden, a los periodistas, que expliquen las reglas. "Nos dicen que quieren sacar reportajes del puesto, de los barcos, de la gente, aunque yo creo que lo que hace falta es que se explique qué pasa. Es cómo si te piden que mires un partido de fútbol sin explicarte lo que es un fuera de juego, al final te aburres", afirma uno de los encargados de la seguridad, muy severa, que hay en todas las bases de los participantes en la competición. Aunque no sólo el deporte es difícil para la gente por el desconocimiento de las reglas de navegación, también choca, y mucho, el hermetismo de las bases de los barcos. Después de la victoria memorable del domingo costó, mucho, que la base del Desafío abriera sus puertas a la gente que se agolpaba en la valla para celebrar con los suyos el triunfo. Una vez abiertas las puertas, los navegantes disfrutaron de unos minutos de gloria con la gente.

El campeón olímpico Luis Doreste también se muestra bastante pesimista con el futuro de la vela después de la Copa del América: "Esto va a seguir igual. Sin escuelas municipales de vela no sirve de nada un acontecimiento como éste. La fiebre de la Copa se pasará y volveremos a lo mismo". "Lo mismo" para Doreste es la indiferencia en España ante un deporte que ha tenido y tiene campeones mundiales y olímpicos. Aunque en Valencia la gente - y la organización, excelente - se ha volcado con el equipo español. "Nos animan, nos saludan aunque luego no entiendan muy bien la vela. Espero que haya habido un cambio en el deporte", declara Pedro Mas, proa de la embarcación española. A los tripulantes les preocupa, y mucho, su futuro. Una vez que termine la aventura en el mar valenciano, no se sabe qué pasará con el proyecto español. Jorge Ono, bombero y molinillo en el Desafío que ha pedido un excedencia para navegar, está pendiente de lo que pasará para volver a su anterior trabajo o seguir en el mar, su nueva pasión. También todos los tripulantes de los barcos eliminados siguen paseando por las dársenas y no se van de Valencia. Esperan a que termine la Copa del América para ver qué ocurrirá. Los españoles, si no se clasifica el barco español, irán con el Alingui suizo que ha declarado que si gana lo más seguro es que vuelva a elegir Valencia como sede de la Copa del América. Aunque, por si acaso, muchos empiezan a buscar trabajo por otros lados antes de quedarse en el paro.