Dimite el ministro brasileño de Energía por un caso de corrupción
La dimisión ha sido anunciada por la senadora Roseana Sarney, del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño
El ministro brasileño de Minas y Energía, Silas Rondeau, ha renunciado este martes, salpicado por un escándalo de corrupción en el que aparecen implicados gobernadores, alcaldes, parlamentarios y empresarios, informaron fuentes oficiales.
La dimisión ha sido anunciada por la senadora Roseana Sarney, del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), quien consideró que "era la mejor solución".
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También la ha confirmado el ex presidente y senador José Sarney, padre de la parlamentaria y padrino político de Rondeau. "Dijo que tomó esa actitud y lo creemos correcto, pues tiene el deber de dejar al gobierno en una situación confortable", ha dicho Sarney, también del PMDB, al que está vinculado el ahora ex ministro.
Rondeau estaba a la defensiva desde que el pasado fin de semana la prensa local reveló que era sospechoso de haber recibido 100.000 reales (unos 37.000 euros) de una empresa implicada en graves fraudes contra el Estado que investiga la Policía Federal.
El ahora ex ministro supo de las acusaciones en su contra el lunes, mientras acompañaba a Lula en una visita oficial a Paraguay, donde negó su participación en actos ilícitos, afirmó que "no hay pruebas" en su contra y aseguró que probará su inocencia en la justicia. Según la Policía Federal, el dinero le fue entregado por una de las directivas de la empresa Gautama, que está en el centro de las investigaciones, en su propio despacho el día 13 de marzo pasado.
Las investigaciones policiales se refieren a una vasta red de corrupción responsable de millonarios fraudes con licitaciones de obras públicas y hasta ahora han llevado a la captura de 43 personas, entre las que figuran empresarios, un ex gobernador, dos alcaldes y otros funcionarios de gobiernos regionales. De los detenidos, 19 han sido puestos en libertad condicional.
La policía dijo haber detectado las irregularidades en diez de los 27 estados del país, incluso con obras públicas en el llamado Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC), anunciado por Lula hace solamente cuatro meses. Mediante el PAC, el gobierno prevé inversiones públicas y del sector privado por unos 234.000 millones de dólares hasta 2010, dirigidas a acelerar el crecimiento de la economía nacional.