Condenados dos paramilitares serbios por la muerte del primer ministro Zoran Djindjic
El político reformista y proeuropeo fue asesinado en el centro de Belgrado hace más de cuatro años
Los asesinos de Zoran Djindjic ya tienen cara y nombre. Son Milorad Ulemek Zvezdan Jovanovic, dos antiguos policías paramilitares que conspiraron con otros diez colegas y figuras del hampa para matar, el 12 de marzo de 2003, al primer ministro reformista, según la sentencia de la justicia serbia conocida hoy que les impone 40 años de prisión. Djindjic, un jóven y carismático político proeuropeo, fue elegido tras el derrocamiento de Slobodan Milosevic.
"El asesinato fue concebido por Ulemek. Fue Jovanovic quien disparó", declaró la juez Nata Mesarevic. Djindjic, de 50 años, fue tiroteado hace ya más de cuatro años en el centro de Belgrado y murió en el acto.
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La mayoría de los doce acusados eran por entonces miembros de la banda mafiosa Zemun, y muchos lucharon como paramilitares en la guerra de Bosnia y en Kosovo durante los sangrientos años noventa.
Djindjic, antiguo alcalde de Belgrado, prinicpal opositor del ultranacionalista Milosevic, mantuvo magníficas relaciones con los países de Europa occidental. Su victoria electoral en diciembre de 2000 fue recibida con júbilo.
Traidor a la patria
En 2001, fue acusado de "traidor a la patria" por los más radicales tras extraditar a Milosevic al tribunal de La Haya por crímenes de genocio en la guerras balcánicas.
La sentencia explica que los acusados asesinaron a Djindjic para evitar más extradiciones, y porque temían que la apertura provocara una persecución de sus negocios criminales.
Las acusaciones, no obstante, mantienen que quienes ordenaron el asesinato permanecen todavía en la sombra.