Esclavizados y torturados en una fábrica china
Los 31 trabajadores rescatados hacían jornadas laborales de 20 horas, tenían prohibido salir y recibían sólo pan y agua para comer
Pekín
La policía china ha desvelado un caso de esclavitud en una fábrica situada en Shanxi, provincia situada en el centro del país: 31 trabajadores, inmigrantes rurales, sobrevivían en su interior, con jornadas laborales de 20 horas y subsistiendo a base de pan y agua. Eran 32 pero uno de ellos murió a raíz del maltrato.
El trauma sufrido por los trabajadores de una fábrica de ladrillos ha sido tal que muchos de ellos recuerdan su nombre, pero desconocen otros datos como el de sus familiares o su lugar de procedencia. Eran reclutados en estaciones de tren y otros lugares de paso y, una vez en la fábrica, tenían prohibido salir del edificio.
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Iban descalzos y con ropas rotas, sólo les alimentaban con pan y agua, dormían en el suelo, no tenían calefacción en invierno y se les pegaba si trabajaban despacio. Cinco personas y seis perros les vigilaban para impedir su huida.
El dueño de la fábrica es el hijo de Wang Dongji, secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) en el distrito de Hongdong de la misma provincia. Al parecer, Wang había subcontratado la fábrica a un segundo empresario, Heng Tinghan, que se encuentra en paradero desconocido.
El cadáver del obrero fallecido fue envuelto en un saco de plástico y abandonado en una montaña cercana en diciembre pasado. Chao Yanbing, el vigilante acusado del asesinato ha sido detenido por la policía, pero otros sospechosos están en paradero desconocido.