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JUEGOS OLÍMPICOS

Dos palabras inglesas al día, el terror de los taxistas chinos

Las compañías obligarán aprender el idioma de cara a los Juegos, pero los conductores temen no aprenderlo a tiempo

Madrid

El miedo se ha cebado de los taxistas pekineses, obligados por las empresas transportistas a mejorar su nivel de inglés de cara a los Juegos Olímpicos de 2008.

La avalancha de angloparlantes prevista para la celebración de los Juegos y el escaso tiempo para estudiar ha despertado las alarmas en los conductores, hasta el extremo de temer incumplir una norma que exige aprender dos palabras al día.

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"Estoy muy cansado para estudiar, después de un día de trabajo. No creo que pueda cumplir las normas de la empresa, que nos obliga a memorizar al menos dos nuevas palabras por día", declara un taxista de 51 años. Su compañero, de 31, lamenta la falta de práctica y el precio de las clases de inglés. Además, el caos se agrava aún más por la inexistencia de un manual de inglés común, pues cada compañía tiene su propio libro, por lo que el aprendizaje es distinto.

A partir de ahora y hasta la llegada de los Juegos, además de superar un examen de inglés básico, demostrar sus conocimientos geográficos de Pekín y mantener unas normas de educación estándar, los taxistas deberán afinar su puntería a la hora de escoger clientes. Aunque la capital china tiene una considerable comunidad extranjera, también son muchos los taxis, por lo que las probabilidades de que a un taxista le toque un viajero que hable inglés son bastante bajas.

La norma ha sido acogida por los taxistas jóvenes con entusiasmo; todo lo contrario cuando se trata de veteranos conductores, que han perdido toda la práctica.