Sociedad

Los afectados por el apagón cortan una importante avenida de Barcelona como protesta

10.000 abonados ha pasado a oscuras una noche más

Madrid

Al grito de "Queremos luz", centenas de vecinos de Barcelona visiblemente indignados y cansados por no tener luz desde la mañana del lunes han protestado esta noche con una cacerolada en la zona del paseo Maragall a la altura de Sant Antoni Maria Claret. Lo que había comenzado como una cacerolada ha desembocado en el el corte de la importante Avenida Meridiana, una de las más transitadas. Los vecinos también han cortado al tráfico el paseo Maragall y han mostrado su descontento por el cordón policial de los Mossos d'Esquadra, que consideraron desproporcionado.

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Ésta ha sido la movilización más ruidosa de la ciudad, pero también en otros barrios decenas de ciudadanos han salido a la calle, como en Sant Andreu o en el paseo Sant Joan, todos ellos afectados por la subestación de Maragall, que sigue sin funcionar.

El número de afectados por el apagón de Barcelona ha descendido hasta los 10.000 abonados, que se han visto obligados a pasar una segunda noche sin luz, con lo que acumularán cerca de 48 horas a oscuras, según ha anunciado la compañía Fecsa-Endesa, que está trabajando para garantizar que hoy el servicio esté restablecido por completo en toda la ciudad.

La instalación de nuevos grupos electrógenos, así como el desvío del servicio por líneas alternativas, ha permitido restablecer el suministro a 40.000 de las 50.000 personas que seguían afectadas, ha informado un portavoz del grupo eléctrico.

Esta noche han llegado a la ciudad, desde Valencia, 17 camiones del ejército con generadores eléctricos. Además también debería ayudar a evitar que hoy queden abonados sin luz el cable que se está instalando en una zanja que cruza de norte a sur Barcelona. A primeras horas de esta mañana ya había problemas de tráfico por esta zanja que se va abriendo y por el centenar de semáforos que siguen apagados.

Consecuencias sanitarias

En algunos hospitales ayer se tuvieron que aplazar un total de 1.000 pruebas médicas y unas 70 intervenciones quirúrgicas. La indignación entre los que siguen sin electricidad es cada vez mayor sobretodo en aquellos que ayer tenían luz y hoy se han levantado de nuevo a oscuras.

En estos momentos se está trabajando para poner en funcionamiento un transformador móvil para sustituir al que se quemó en el incendio de la subestación de paseo Maragall, de la que dependen los abonados que permanecen afectados. Durante la jornada de ayer, se ha ido restituyendo el servicio a 30.000 de los 80.000 abonados dependientes de la subestación de Maragall que ayer por la mañana seguían afectados. Ya por la tarde, eran 50.000 los damnificados, aunque antes del anochecer se consiguió reducir la cifra hasta los 10.000 abonados.

Las cifras de Fecsa-Endesa contradicen el esperanzador anuncio efectuado ayer por la mañana por el conseller de Economía, Antoni Castells, al asegurar que todos los afectados por el apagón tendrían garantizado el suministro "en las horas valle" de la noche, es decir, aquellas con menos consumo eléctrico.

También el Ayuntamiento de Barcelona ha expresado su indignación por el apagón y ha exigido a las compañías responsables del suministro eléctrico que resuelvan de manera rápida la situación y aprueben las inversiones necesarias. El histórico apagón, que llegó a afectar a 350.000 abonados, lo que según la Comisión Nacional de Energía podría abarcar el millón de personas, ha motivado que el ministro de Industria, Joan Clos, comparezca a petición propia en el Congreso, tal y como lo habían solicitado CiU e IU-ICV.

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