Obama ataca, Hillary saca las uñas
El senador negro sugiere que la política exterior de su rival es continuista de la de Bush
El eje del mal amenaza la estabilidad de la pareja de hecho más famosa de Estados Unidos. Barack Obama y Hillary Clinton, los aspirantes demócratas que se disputarán la candidatura presidencial, cruzaron ayer duras palabras por culpa de Castro y Ahmadineyad, Corea del Norte y Siria. Clinton defendió en el último debate televisado que no se reuniría con ellos, y Obama mordió: "Tendrán que preguntarle a la senadora qué diferencia sus posiciones de las de Bush". Hillary respondió que lamentaría ver a un presidente poner en peligro el prestigio del país.
Más información
- Arranca la carrera por la presidencia de EEUU
- Dimite Karl Rove, principal estratega del presidente Bush
- Los candidatos demócratas a la Casa Blanca se enfrentan a las preguntas de Youtube
- Hillary Clinton amplía su ventaja sobre los aspirantes demócratas a la Casa Blanca
- El republicano Mitt Romney gana posiciones en la carrera por la Casa Blanca
La tensión entre los candidatos demócratas empezó a subir de tono el lunes durante el último debate televisado. Ante una pregunta sobre la futura política exterior de cada aspirante, Obama respondió que no tendría problema en reunirse con dirigentes hoy 'demonizados' por Bush durante el primer año de mandato. En la réplica, Hillary tachó sus palabras de "irresponsables y francamente ingenuas".
Obama reaccionó ayer tras un mítin en Concord, New Hampshire, y dejó caer ante los periodistas: "La política de la Administración Bush es decir que no hablaremos a estos países a menos que acordemos varias condiciones previas. Tendrán que preguntar a la senadora Clinton qué diferencia su posición de la de ellos. Si no es lo que parece, entonces debería decirlo."
Y por la noche, en una entrevista en la CNN, Hillary sacó las uñas. "Me han llamado de todo en la vida, pero nunca me habían comparado con Bush y Cheney. Habrá que preguntarse qué le ha pasado a la 'política de la esperanza". Obama publicó un libro donde expone su pensamiento titulado 'La audacia de la esperanza'.
Hillary repitió que encontrarse con Hugo Chávez, Fidel Castro o Ahmadineyad supondría "poner en peligro el prestigio de Estados Unidos". "Es obvio que estamos en desacuerdo, y no será la última vez", advirtió. Pero también tendió la mano a Obama con humor, queriendo quitar hierro al asunto: "esto se está convirtiendo en algo muy tonto", zanjó ante el periodista.