La presión popular paraliza la deportación de una niña ecuatoriana en Bélgica
La juez afirma que la detención e internamiento de la pequeña de once años fue "inhumano"
Bruselas
La niña ecuatoriana Angélica Loja Cajamarca, de 11 años, y su madre, Ana Elizabeth Cajamarca, de 28, han regresado a su casa en Bruselas tras ser liberadas por una juez que ha suspendido aúltima hora la orden de expulsión que pesaba contra ellas.
Rodeadas de sus familiares, amigos y decenas de periodistas, Angélica y su madre han expresado su alivio tras concluir el mes de calvario que vivieron en un centro cerrado para indocumentados de Bruselas, a la espera de su deportación, que estuvo a punto de producirse.
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La niña, quien escribió una carta conmovedora la semana pasada a los medios belgas para explicar su deseo de quedarse en el país, ha afirmado que espera con ilusión poder volver a su colegio el próximo curso. "Quiero ser abogada para defender a otros niños como yo", ha dicho.
En el último momento
Una juez belga ordenó la puesta en libertad de las dos ecuatorianas cuando estaban ya a punto de ser devueltas a Ecuador por residir en Bélgica ilegalmente durante cuatro años. La juez de primera instancia Marielle Moris ha paralizado el proceso de expulsión al alegar que la detención de Angélica, que pasó 29 días encerrada junto a su madre, le causó "un trauma que constituye un trato inhumano y degradante" y viola el artículo 3 de la Convención Europea de los Derechos Humanos.
Tras la orden, el automóvil en el que ambas estaban siendo trasladadas por la Oficina de Extranjeros belga a Amsterdam, en Holanda, para tomar un vuelo con destino a Quito, tuvo que dar media vuelta y regresar a Bruselas. Angélica ha relatado a la prensa que la policía la amenazó con que no volvería a ver a su padre "nunca más" si no se subía al automóvil.
La Oficina de Extranjeros decidió llevar a cabo la deportación desde Amsterdam, donde el vuelo de la compañía KLM -entre Bruselas y Quito- debía hacer escala, para evitar la "presión mediática" en el aeropuerto de la capital belga, en el que se habían congregado decenas de personas para evitar su expulsión. El padre de Angélica, Javier Loja, que está separado de Ana Elizabeth y también está indocumentado, encabezó una intensa campaña en las últimas semanas para lograr que ambas se quedaran en Bélgica, un país en el que se sienten plenamente integradas.
Diplomacia desde Ecuador
La madre de la pequeña, Ana Cajamarca, ha subrayado la "difícil experiencia" que han atravesado y ha dado las gracias "a todo el mundo por lo que han hecho", sobre todo al presidente de Ecuador, Rafael Correa, su mujer (de origen belga), Anne Malherbe, y el embajador de su país en Bruselas. Según ha explicado, su proyecto inmediato es la "regularización" de su situación en Bélgica y "arreglar mis papeles, porque no quiero vivir otra vez esta experiencia".
Ana Cajamarca ha dicho estar "feliz" aunque "lastimada" en los dedos y las muñecas debido al forcejeo que mantuvo este lunes en el centro de tránsito del aeropuerto de Bruselas, con tres policías que la separaron de Angélica.