Un médico recetó un vaso leche a un paciente que murió más tarde de un ataque al corazón
El fiscal pide para él tres años de prisión
La Fiscalía de Guipúzcoa pide tres años de cárcel para un médico cirujano que presuntamente diagnosticó un dolor de estómago y recomendó un vaso de leche a un paciente que murió horas después de un ataque al corazón en su domicilio de San Sebastián.
Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, los hechos ocurrieron la mañana del 18 de febrero de 2006, cuando la esposa del fallecido llamó por teléfono al seguro médico de su marido ya que éste se encontraba mal y tenía una "fuerte presión en el pecho que le quemaba al respirar", además de "dolor en la zona del esternón, sudoración muy fría y una temperatura corporal de 34,7 grados".
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A las 7:20 horas, el acusado acudió a casa del enfermo que junto a su esposa le explicó "reiteradamente" que en su familia "existían antecedentes de infarto". El texto del Ministerio Público explica que el médico tomó la tensión al afectado, le auscultó y le palpó el abdomen, tras lo que elaboró un parte con el diagnóstico de "dolor epigastrial" pero "sin hacer constar" que en la familia del enfermo existían "antecedentes de infarto", pese a que los síntomas que presentaba "no excluían la posibilidad de que estuviera sufriendo" una dolencia cardiaca.
Desatención como médico
El acusado recomendó al enfermo que tomara un vaso de leche y abandonó el domicilio sobre las 7:45 horas "sin solicitar traslado a ningún centro hospitalario ni realizar ninguna prueba adicional", lo que, a juicio de la Fiscalía, supuso una "grave desatención de sus deberes como médico" ya que presuntamente no siguió "las pautas que la praxis médica hubieran aconsejado".
Sobre las 9:00 horas, la esposa del afectado se alarmó al escuchar la respiración "agitada" de su marido que presentaba "dificultades" para tomar aire y echaba espuma por la boca, por lo que llamó a urgencias del Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, para pedir que fuera trasladado a un hospital, aunque los facultativos que acudieron a su casa ya sólo pudieron confirmar el fallecimiento del paciente.
La autopsia practicada al cadáver desveló que la víctima falleció por "un shock cardiogénico" debido a un "síndrome coronario agudo, consecutivo a una trombosis aguda de la arteria circunfleja". La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia profesional por el que reclama tres años de prisión para el acusado y que se le inhabilite durante cinco años para el ejercicio de la medicina. Pide también una indemnización de 270.000 euros a la familia del fallecido.