Hillary Clinton sobrevive en campaña con la victoria en Pensilvania

Hillary Clinton ha asegurado hoy su supervivencia política al desbancar a Barack Obama en Pensilvania por unos 10 puntos porcentuales, un margen que le permite seguir en la batalla por la candidatura presidencial demócrata. Es la tercera vez que la senadora evita los peores presagios y esquiva una derrota que la apartaría definitivamente de la carrera demócrata por la presidencia.

Hay cuatro factores que van a determinar quién será el candidato demócrata a la presidencia. Son el número de votos recibidos por cada candidato, el número de delegados electorales, el número de estados ganados y el valor de esos estados. Barack Obama gana a Hillary Clinton en las tres primeras categorías, tiene cientos de miles de votos más que ella y el margen será sólido cuando acaben las primarias el tres de junio. También tiene más delegados y el doble de estados ganados.

Hillary Clinton sólo puede presumir de haber ganado en los grandes territorios, pero a nadie se le escapa que, en muchos de ellos, como California o Nueva York, serán territorios de Obama si el senador acaba siendo el candidato. Ya ha dicho esta madrugada que no se va a retirar y quiere agotar el proceso de primarias en los nueve estados que quedan por votar hasta el tres de junio.

Sus posibilidades son remotas y siempre vinculadas a hipótesis poco factibles. Primero, puede intentar ir a los tribunales para que se recuenten los votos de Florida y Michigan, cuyas primarias fueron anuladas por la dirección del partido y equilibrarían un poco la balanza. En segundo lugar, puede arrastrar el proceso hasta finales de agosto, hasta la convención de Denver, para tratar de dar allí un golpe de mano.

Polémica en torno a Obama

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De hecho, en las seis semanas previas a las primarias, surgieron las revelaciones sobre la vinculación de Obama con el reverendo Jeremiah Wright, conocido por sus sermones incendiarios y a quien consideraba su director espiritual.

La segunda polémica fueron las declaraciones que hizo el senador hacia la "amargura" de la clase trabajadora de Pensilvania, que levantó muchas quejas, además de duras criticas por parte de Clinton.

Lejos de verse afectado, Obama pudo capear el temporal y siguió arañando votos a la senadora, hasta lograr acortar la distancia a casi la mitad de la que mantenía a mediados de marzo.

Hasta el momento, Barack Obama tiene un total de 1.648 delegados mientras Hillary sólo tiene 1.504. Este recuento incluye los "superdelegados", es decir, los líderes del partido que pueden votar a quien quieran en virtud de su cargo.