Casillas recibe el trofeo y desata la euforia del Ernst Happel y de España
La euforia se ha desatado en los jugadores de la selección, que han querido rendir tributo al seleccionador y lo han subido en volandas para mantearle
España ha tocado el cielo. La selección de fútbol ha celebrado sobre el césped del estadio Ernst Happel de Viena su triunfo ante Alemania (1-0) en la final de la Eurocopa con el reconocimiento al seleccionador Luis Aragonés y la entrega de la copa como momentos más emocionantes.
El pitido final de Roberto Rosetti ha desatado la euforia de los jugadores de la selección, que han querido rendir tributo al seleccionador y lo han subido en volandas para mantearle y celebrar un gran éxito en el último partido de la selección española que dirigió el ''Sabio de Hortaleza''.
Más información
- Las claves del partido: la Eurocopa del fútbol
- Hace tres años del comienzo del reinado
- Italia contra España tres años después
- Los titulares de la audiencia de CADENASER.com
- Un herido grave y 90 personas asistidas en la Plaza de Colón
- Palop lució la camiseta de Arconada: "Es un homenaje a un gran portero"
- El alcalde de Mostoles dice que no se puede poner "calle de la madre que parió a Casillas"
Enfundados en banderas con los colores rojigualdas, los jugadores que hicieron posible el segundo título continental de la selección española dejaron correr las emociones y celebraron sobre el césped del Ernst Happel de Viena un triunfo que España llevaba esperando 44 años.
Después de hacer pasillo a la selección de Alemania en el camino de los teutones para recoger las medallas que les acreditan como subcampeones del torneo, los jugadores de la selección española fueron pasando uno por uno por delante de Michel Platini para que éste le colocase la medalla de campeón de Europa.
El presidente de la UEFA, que privó a España del título en la Eurocopa de 1984 protagonizó un momento de especial emoción cuando el portero del Villarreal Andrés Palop recogió su medalla vestido con una camiseta de Luis Miguel Arconada, el portero que cometió el recordado fallo en la final del Parque de los Príncipes cuando no atajó una falta lanzada por el propio Platini.
El momento culminante de la celebración llegó cuando le tocó el turno al capitán de la selección, Iker Casillas, que tras recoger su medalla y saludar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero y la canciller Angela Merkel, al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y, muy efusivamente, a los Reyes de España, se dirigió junto a Platini de nuevo al césped.
Y allí, donde la selección española impuso su juego de equipo sobre el poderío físico alemán, fue donde el francés entregó al héroe de la tanda de penaltis contra Italia la copa que acredita a España como campeona de la Eurocopa 2008 en un momento que desató la euforia de todos los integrantes del combinado nacional y que se quedará en la retina de todos los españoles.