Francia pone fin a las 35 horas de trabajo y endurece condiciones para cobrar el paro
El Parlamento adoptó anoche el proyecto de ley que da a las empresas la posibilidad de negociar directamente con los asalariados su horario laboral y las compensaciones
El Parlamento francés ha puesto fin a la semana laboral de 35 horas con dos proyectos de ley, denunciados por los sindicatos y la oposición de izquierda, que endurecen también las condiciones para que los parados puedan cobrar el seguro de desempleo.
La medida pone fin en la práctica a la semana de 35 horas adoptada hace diez años por el entonces gobierno socialista.
La izquierda ha calificado la medida de una "retroceso social" y ha afirmado que recurrirá ante el Consejo Constitucional.
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El ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, ha argumentado que se trata "del fin de las 35 horas impuestas", y con ello se permitirá a los que lo deseen seguir con ese horario y a los que no, trabajar más y ganar más.
El Parlamento adoptó otro proyecto de ley sobre los derechos y deberes de los desempleados, que prevé cesar las prestaciones a toda persona que rechace dos ofertas "razonables" de empleo.
La medida fue adoptada con el apoyo de la derecha y el voto en contra de la oposición de izquierda, que la ha calificado de "humillante" para los que buscan empleo.
El proyecto de ley modifica el código laboral y endurece las obligaciones de los desempleados bajo pena de sanciones económicas.
A partir del cuarto mes de paro, los desempleados deberán aceptar un trabajo remunerado que alcance al menos el 95% del salario que percibían anteriormente, del 85% a los seis meses y el equivalente al seguro de desempleo al cabo de un año.
Además, después de estar seis meses en el paro, no podrán rechazar una oferta de empleo que suponga un desplazamiento en transporte colectivo de hasta una hora o situado a menos de 30 kilómetros de su domicilio.